Historias Cortas De Ziall

Un gatito .

--- hey!, Si, por aquí adoptame, por favor vamos --- pedía él pequeño híbrido jugueteaba de tras del cristal, Niall siempre se empeñaba todos los días en por fin ser adoptado, ya todos sus hermanitos habían sido adoptados, el pequeño había sido el último en nacer y eso le hacía pequeñito, sin embargo era lindo según él mismo.

Los niños se paseaban por la tienda en busca de un híbrido, a alguien le había parecido bueno el venderlos como mascotas, como si no fueran más que juguetes.

Niall intentaba con todas sus fuerzas llamar la atención de los niños pero nunca daba resultado, de los pocos que le prestaban atención solo se burlaban de él, o lo acogían por unos días regresándole a la tienda poco después, algunos solo lo querían como "juguete" otros solo le presumían y luego regresaban al "estorbó" a la tienda.

A pesar de todo el rubio creía que allá afuera habían gente buena, que le amaría y querría como un amigo, no como mascota, quería solo poder tener a alguien con quien jugar, hacer travesuras, sentirse protegido y proteger, solo eso no pedía mucho, pero no parecía ser así.

Niall ya cansado de estar todo el día intentando llamar la atención de alguien se recostó como siempre en su rincón, eso le ponía mal, los niños solían ser crueles, le llamaban feo, tonto, le decían que tenía dientes feos, y que ni siquiera merecía estar a la vista de la gente, Niall se recostó, bajando sus orejitas tenía frío, hambre y sed, no había una ley que los protegiera así que nadie se fijaba realmente en ellos.

Mark el dueño de la tienda estaba por cerrar, cuando llegó un moreno alto de lindo rostro, Mark accedió a que mirara su "mercancía" el moreno miro los pocos híbridos que le quedaban a Mark, hasta que llegó al pequeño rubio, le sonrió y pidió que le vendiera el híbrido.

Niall feliz comenzó a brincar por todos lados estaba feliz de haber conseguido al fin un dueño.

Aquél misterioso moreno lo tomo con cuidado y le llevó a su auto donde le metió y comenzó a conducir, el pequeño miraba todo asombrado y feliz, solo podía pensar en todo lo que haría cuando llegará a su hogar.

Poco después Niall se quedó dormido en el auto, para luego ser despertado de una manera brusca, estaba en un lugar muy feo, con olor terrible, le bajaron y le llevaron a una habitación, si era bonita tierna hasta cierto punto, tal vez su dueño no vivía en un barrio muy lindo pero su habitación era muy linda.

Aunque después de minutos el mismo moreno entro en la habitación, le sonrió de manera escalofriante y su tormento comenzó.

Meses de abusos, de golpes, de humillaciones hacían cada vez más desgraciada su vida, ya no tenía una de sus orejitas o al menos no completa, se la habían arrancado entre dos sujetos aún el ojí azul lo recordaba, todas y cada una de sus cicatrices tenían una historia.

Su orejita fue el primer dolor mayor que recibió

Ya por favor señor déjeme en paz, me lastima, por favor solo déjeme ~ lloraba el rubio, en las manos de esos despiadados, el sujeto ese le golpeó y tomo su pantalón sacando una navaja, Niall aun recordaba como ambos se burlaban de él, cuando le mutilaron, el rubio grito lleno de agonía, sujetando sus orejitas entre sus manos la sangre se hizo presente y no recuerda nada más.

Después fue la cicatriz en su ojito izquierdo esa era más sencilla de explicar había gritado cuando un sucio anciano se clavó en él, y gatito no debía gritar, gatito no debía sentir era un estúpido gato no debió haberlo hecho.
Aquel hombre lo golpeó contra la mesa de madera dejando esa fea cicatriz, aunque para su dueño todo le parecía hermoso.

Su colita había sido quemada pero de eso no tenía muchos recuerdos.

Las múltiples cicatrices en su estómago eran el mismo cuento no tenia muchos recuerdos, la perdida de sangre le dejaron casi muerto así que no recordaba.

Estaba sentado en aquel espacio sin moverse, con hambre y frío, pero se había portado mal, había mordido a un cliente y eso era un castigo bien merecido, ese asqueroso hombre había metido su miembro en su boca, no lo dejaba respirar que querían que hiciera.

Miles de veces intento huir pero solo lograba un golpe más.. estaba tan cansado tan roto que ya respirar para él era como un insulto.

El moreno, su dueño solo entraba para castigarlo o "premiarlo" pero solo terminaba más herido, recuerda que hace poco metió en él algo más que su miembro, eso le dejó sin caminar por días o eso creyeron, pero no dejo de servirles a los clientes, sus piecesitos no le sostenían ya, había perdido la movilidad después de eso.

Solo rogaba por un milagro, solo quería encontrar amor, cariño solo una vez que alguien le dijera que lo quería, solo quería poder oír de alguien decir que lo amaban, o que estaban orgullosos de él, pero no, eso no parecía que pasaría alguna vez.

Aun recordaba cuando vivía con su mamá, si no era un lugar bonito pero estaba junto a sus hermanitos, era feliz, su mami le quería mucho lo abrazaba fuerte, con amor y le decía que lo amaba.
Era el más pequeño de sus hijitos y recibía todo el amor de sus hermanitos y ella.

Pero todo cambio un día, vagaban por un callejón junto a su mamá, cuando un señor se acercó a ellos, su mami los defendió con todas sus fuerzas, y Niall recuerda que cuando su mamá quedó tirada en el suelo, el corrió hasta ella para pedirle que se levantará, lloró mucho después de eso hasta que esos hombres se los llevaron dejando a su mami ahí sola.

Una lágrima rodó por sus mejillas, a esas alturas entendía por fin que había pasado, su mami había muerto aquel día y él solo se quedó viendo.

Tantos años llorando, suplicando por qué volviera a él, que lo abrazara una sola vez y por fin entendía que pasó.

Poco después se escuchó un ruido, el menor no se movió y ni se inmutó, solo espero lo peor.

Despertó en una sala extraña, no era su habitación, tampoco la habitación de castigos u otra que conociera, era fría y blanca, estaba vendado y con aparatos extraños. Solo se preguntaba si quizá lo habían vendido de nuevo.

¿Su dueño sería bueno esta vez? Su duda se disipó cuando la puerta se abrío, Niall miro con miedo la puerta, donde un sujeto de bata blanca entro, este miraba una tabla en sus manos, le sonrió con ternura y paseo sus dedos por la tabla, miro una vez más al híbrido y luego solo negó.

--- hola amiguito --- saludo el amable doctor. Sin recibir respuesta volvió a sonreír cálidamente. --- tranquilo amiguito no te haré daño --- susurró el mayor con calidez.

El médico al saber que no recibirá respuesta, solo sonrió.

--- bien amiguito, ya atraparon a los desalmados que tenías por dueños, y al no tener a alguien más, te han dejado conmigo --- comunico el moreno, recibiendo una mirada de pánico del menor.

--- tranquilo, tengo un hijito de 7 añitos y se que le darás mucha alegría --- Niall sólo bajo la vista a sus manitas y dejó de ver al doctor, solo no quería volver a vivir lo de con su antiguo dueño.

Habían pasado solo 3 días desde que el amable doctor Malik le había dicho de su hijito.

Después de darlo de alta, el doctor Malik lo llevó consigo,el pequeño híbrido miraba por la ventanilla, le había cogido mucha confianza al moreno y se sentía de alguna manera agusto con él.
Al llegar a la casa, Niall sonrió enormemente, miro al mayor quien le sonrió igual.

--- bueno pequeño Nini este será tu nuevo hogar amiguito --- le sonrió.

--- gracias señor Malik me hace muy feliz --- sonrió.

--- soy Yasser bebé, pero anda vamos que mi pequeño ya te quiere conocer --- Niall asintío feliz, mientras el mayor bajaba de el automóvil y lo tomaba en brazos, pues aún estaba débil.

Al entrar en la sala se encontró con un feliz niño morenito de tierna mirada que le sonrió, y Niall regreso la sonrisa también.

--- hola soy Zayn yo cuídate de tí, seremos amigos  --- grito alegre el mayor.

--- si! Seremos amigos por siempre --- dijo el híbrido aún en los brazos del padre del mayor.

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