A veces nos intentan motivar al decirnos que no perdamos la mirada hacia la cima, siempre con la cabeza arriba, para intentar seguir adelante pese a cualquier obstáculo.
Sin embargo, hay veces en las que necesitamos algo más allá de imaginarnos logrando esa meta.
Cada día que pasa, sabemos que estamos más cerca de lograrlo que el día anterior, pero de igual forma no sigue teniendo esa magia en esperar a que pase.
Subiendo las escaleras, me di cuenta, que es mucho mejor mantener la mirada recta enfocándome en cada escalón. Porque así era la única forma que podía controlar mi presente, sin dejar de subir hacia el futuro.
Fácil, vamos a plantearnos metas y las asociamos con distintas escaleras... Ya al comenzar a subir sabemos que estamos construyendo nuestro futuro hacia lo que queremos. Pero manteniendo la vista al frente, así no tendremos la ansiedad de preguntarnos cuánto nos falta por llegar, sino la certeza de saber que cada vez estamos más cerca de lograrlo.
Hazlo con las pequeñas metas, valdrá la pena!
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Monólogos nocturnos
Short StoryConsecuencias del café en la noche, gran sabor. Inspiración, desahogo, día a día... Motivación y reflexión 👣.
