Monólogos nocturnos

Amores efímeros

Él y ella, queridos por todos pero tan diferentes. Se conocieron en el momento menos indicado y aún así se conectaron.

Ella lo esperó, tanto, pero no llegó a tiempo cuando lo necesitaba.

Se quisieron en tan pocas horas de haberse conocido, aunque sabían que era una mala jugada del destino.

Además, ninguno de los dos estaba listo.

Cuando comenzaron a discutir sobre qué iba a pasar con el resto de sus días, ella se sintió tan pequeña, tan indefensa.

Él le llegó a decir que era lo más inalcanzable del mundo, que era mucho para él y que no valía la pena que persiguiera sus huellas si no le podía llevar la delantera.

Pero ante todo le dijo que esperara, con una sonrisa quebrada, que todavía quería tomarse un café.

Tal vez comenzar desde cero, en un momento distinto.

Ella y él, juntos.