Al pensar en la vida, siempre se me vienen a la mente imágenes de la naturaleza, el mar, un bosque, algún atardecer desde un mirador, pero casi siempre veo un árbol.
Y si nos ponemos a analizarnos, a nosotros mismos, cada uno lo somos, de cierta manera. Tenemos nuestro carácter, aptitudes, actitudes, familia, nuestra formación, quiénes somos, lo que nos gusta... Ese es nuestro tronco y algunas ramas de nuestro árbol de vida. Sin embargo, debemos recordarnos que mientras aprendamos más, vivamos más experiencias, disfrutemos y de más, seguiremos añadiendo ramas a nuestro árbol.
Y está genial, porque todo sumaría y con el paso de los años seguiremos creciendo, añadiendo más y más ramas, para que cuando llegue nuestro final, seamos increíblemente grandes y felices como siempre quisimos serlo desde que éramos pequeños. ¿Recuerdan? Siempre exaltándonos al decirlo "QUIERO SER GRANDE" y lo seremos.
No nos olvidemos de los detalles simples de la vida, de nuestra creatividad, de nosotros mismos, de lo que soñábamos hace unos meses y olvidamos, de lo que queremos hacer y nos hace felices. Siempre con equilibrio y mucho amor propio.
Así de simple, seremos árboles increíbles, con muchas ramas y experiencias en esta vida. Inspirándonos cada día e inspirando a aquellos que no se han dado cuenta que sólo tienen pocas ramas.
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Monólogos nocturnos
Krótkie OpowiadaniaConsecuencias del café en la noche, gran sabor. Inspiración, desahogo, día a día... Motivación y reflexión 👣.
