Nada es para siempre, aunque vivamos en la cotidianidad, que nuestras vidas se envuelvan en bucles y sientas que es un no parar. Los ciclos se cierran, tu trabajo en algún momento se terminará, tus vecinos se mudarán, tus amigos de ahora puede que no lo sean después, tus mascotas se irán, y aunque duela, el dolor a veces será necesario para fortalecernos y aprender a apreciar cada día.
Tómate ese café en la cafetería que te hace ilusión, da un paseo por ese lugar que siempre quisiste, ríete en un reencuentro con amigos que hace tiempo no ves. Pero hazlo, aunque a veces nos haga falta la motivación, solo debes recordar el inicio, el por qué querías hacerlo y recuperarás las ganas de volver. Y si ya no te hacen ilusión las cosas de antes, no pasa nada, también forma parte de la vida, se llama crecer.
No somos iguales a lo que pensábamos hace 10 años, vamos cambiando y madurando, según la vivencias y las experiencias que vamos acumulando con el paso del tiempo. Lo que nunca debemos permitir que se extravíe es nuestra esencia, lo que realmente somos, lo que nos diferencia de los demás y lo que nos caracteriza a dónde vayamos
Esa parte de ti que prevalece con los años, que a veces se duerme y hay que conectarla de nuevo con nosotros.
Vamos, que se puede ir a por más.
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Monólogos nocturnos
Short StoryConsecuencias del café en la noche, gran sabor. Inspiración, desahogo, día a día... Motivación y reflexión 👣.