Perfectamente imperfectos

317 18 5
                                    

Somos iguales, frente a frente somos seres humanos e incluso al vernos en el espejo. Tenemos corazón, pensamos, actuamos, respiramos y vivimos. Perfectos de algún modo, sin embargo, tenemos enfoques distintos, gustos favoritos, ideologías y opiniones que no solemos compartir con los demás. Nos separamos y, agradeciendo que no por diferencias físicas, nos distanciamos por temas distintos.

Somos libres, en su mayoría y sacando cualquier vínculo político y de autoría, al tener la libertad de poder escoger hasta qué hora vamos a dormir, de qué color nos vamos a vestir, lo que comeremos y haremos durante el día, mantener una postura ante un tema en específico y la expresión en hacerlo saber ante los demás. Sin embargo, ahí podemos tener diversas discusiones. Muchas personas juzgan y no toleran las cosas distintas que pueden hacer los demás, solo por el simple hecho de no compartirlas.

Somos interesantes. Al tener distintas perspectivas nos hacemos más destacados ante los demás, vinculado siempre a la honestidad y autenticidad al defender cierta postura. Detenerse, escuchar, respetar y seguir. ¿Es tan difícil que todos podamos mantener esta posición y objetividad? ¿O es más fácil juzgar y discutir hasta llegar a un punto absurdo de tener la razón en un tema que ni es necesario?

Somos perfectamente imperfectos. Si nos ponemos poéticos, cada humano es perfecto desde el punto de vista de la composición de ser. Pero nos volvemos imperfectos con las acciones de tomamos, las negativas. No respetamos las diferencias y preferimos apuntar cuando tenemos a alguien que no opina como nosotros antes de escuchar y compartir los distintos puntos de vista que tenemos.

Somos y estamos, pero nos hace falta creer, crecer y pensar antes de actuar.

Monólogos nocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora