III. No puede ser

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Marihela

¿Qué me pongo?

El dilema de mí vida, soy muy metódica y maniática en muchos temas y la ropa es uno de ellos. Sinceramente soy exagerada, pero no me gusta elegir ropa de un día para otro, prefiero tener anticipación y elegirlo con calma. No tengo mal gusto y de eso estoy segura. Me gusta la ropa oscura, tengo muy poca colorida. Mis colores son, gris, blanco, vinotinto, azul marino, morado oscuro, negro. Todos los colores que sean oscuros para mi son la gloria y el color que más odio es el amarillo. Siempre e dicho que solo se le ve bien a las morenas y solo a algunas. Solo tengo dos o tres prendas de ese color y son únicamente porque me las regalaron.

Suspiro viendo la ropa y gruño ¿Como son los cines aquí? Supongo que también debe hacer frío... Digo yo. Dejo de matarme la cabeza y busco mi única opción. Valentina. Camino a su cuarto y quedó en la puerta. No es necesario que le pregunté que va a usar porque creo que no ella sabe. La diferencia, es que ella es hermosa. Es blanca no se quema con el sol, lo cual es un milagro considerando en donde vivíamos antes, tiene el cabello castaño medio, largo, abajo de sus hombros , cuando era mas pequeña era castaño claro, pero de todos modos le queda bien, sus ojos son marrones, muchos mas claros que los míos, qué son oscuros, aunque en el sol se ven mas claros. Tiene unas hermosas pestañas largar. Su cara es redonda, con mas cachetes que yo y como olvidar que tiene un cuerpo precioso. Además de eso llama la atención lo linda que puede ser, es intensa de vez en cuando y tiene su carácter, pero sigue siendo hermosa con todo y eso. Todo lo que se coloca le queda a la perfección.

–Hola –Me saluda al entrar

–Hola. Amor de mi vida –Sonrío ganándome un ceja enarcada de su parte –¿Me podrías ayudar con algo porfis? –Suaviza las facciones para sonreír.

–Adivino, ¿Ropa?

–Si, Me podrías decir como son los cines de aquí o como podría ir vestida

Se ríe y la hago una mueca –Solo colócate ropa casual como cuando íbamos antes. Estamos en primavera así que el frío no es un problema. Va a estar fresco.

- Okey, gracias –Voy a sali, pero quiero confirmar mi hipótesis –¿Tu que vas a usar?.

Sube la mirada –Pues no se –Se encoje de hombros –Cuando me bañe busco algo que ponerme.

Asiento. Siempre tengo razón –Dale, Good Bye.

****

Ya para las seis y cuarenta estoy bañada. Únicamente me faltaba colocarme la ropa elegida. Sin embargo lo elegí rápido, un suéter blanco con una legin negra y unas botas blancas deportivas que combinaban a la perfección. Me esmere en peinarme lo mejor que pude. Al terminar me maquille sencilla, los ojos los ahume dándole un toque más oscuro. Al estar lista salgo al pasillo donde las encuentro sentadas en el mueble ya arregladas. Las dos se ven presiosas. Hago una leve mueva y me repaso de pies a cabeza sientiendo que no estoy lo suficientemente bien arreglada.

–Hola –Saludo omitiendo la decepción –Quien sea que hizo la comida estaba deliciosa –Menciono –Se me olvidó decirlo temprano.

–Gracias la hice yo –Una orgullosa Rebecka sonríe –Tenemos un sistema. Val hace los desayunos, ya que se levanta temprano, yo hago los almuerzos y la cena... Ese es otro tema, a las dos nos da fastidio hacerla.

–Yo la puedo hacer mientras me quedo –Propongo.

–¿Como crees? Eres la invitada y...

–No hay ningún problema –digo rápidamente –Me gusta cocinar y soy buena.

–De hecho si es buena –Val me apoya dándole afecto a la peludita que se remueve encima de ella.

–Tengo una duda –Aprovecho la oportunidad –¿Le colocamos un nombre temporal a la perrita?

Serendipia #1 [Completa✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora