MarihelaEl teléfono sigue y sigue sonando interrumpiendo mi sueño. Ayer Dylan se fue a las dos de la tarde. Estuve con él, debo admitir que me gustó el momento. Sentirme entre sus brazos, mientras dejaba besos en mi mejilla con cariño me es fascinante. La manera de verme, tocarme y robarme el corazón me encantan, pero al mismo tiempo me da miedo. No se del todo lo que siento cuando estoy con él y no quiero pasar a más. Me gusta como me hace sentir, pero al mismo tiempo me da un miedo inexplicable. Creo que al haber aceptado mis sentirnos conmigo misma me es más peligroso de lo que pensé. Cuando se fue sentí un vacío inmenso y eso es lo que no quiero, no quiero depender de el sentimentalmente. Me da miedo todo lo que conlleva lo que estamos teniendo. Todavía no sé que es y sinceramente no quiero descubrirlo.
Al irse, Valentina llegó junto al Rebecka a las cuatro. Tenemos un sistema, un día ellas me buscan y al siguiente yo las visito. De hecho hasta Vanessa me a acompañado un par de veces. Se llevó de maravilla con ellas a pesar de su seriedad. En realidad es agradable, solo hay que conocerla.
El teléfono vuelve a sonar y ando a nada de tirarlo contra la pared para que se calle.
<<¿Quien coño llama a esta hora?>>
Es más... ¿Que hora es?
No aguanto el bendito sonido, me levanto de golpe con el pitido que no para de perturbar mi existencia. Tomo el teléfono de la mesita de noche, percatándome de la hora. Es demasiado temprano. Hasta para ir al trabajo es temprano. Busco los chats de WhatsApp.
¿Quien coño es?
Cuando reviso el teléfono es...
Nayely
Hola amor. Te estoy llamando responde.
Despierta Dormilona.
Nawuara de floja. Chama ¡Levántate!
No jodas... Ya que no me haces caso.
Hey.
Hey.
Hey.
Hey.
Hey.
Hey.
Hey.
Hey.
Llámame. Es urgente.
Mare ayuda.
Te necesitó.
Tú: Amor ¿estas bien?
Tú: Responde, ahora me preocupaste
Tú: Nayely de los Ángeles Juárez Fernández.
Tú: Responde.
Llámame es urgente.
No tardó ni dos segundos en hacer lo que pide. El tono suena dos veces antes de escucharla
–Hola amor. Hasta que por fin te levantas.
Me levanto de la cama para ir al baño.
–Me preocupaste, ¿Qué paso? Tengo tiempo que no hablo contigo.
–Si lo se –Dice con tristeza –Necesito pedirte un favor.
–¿Cual? Mira que la última vez que te hice un favor termine en tu casa limpiando, hasta que me dolieron los músculos ¿A quien coño le duelen los músculos por limpiar?
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Serendipia #1 [Completa✓]
أدب المراهقينLo que uno deja ver no siempre es correcto, solo dejamos ver la parte que queremos que piensen de nosotros y parecemos tal cosa para poder lograr un objetivo como no ser lastimado. Nos encerramos en nuestro caparazón simplemente para no permitirle a...