Capítulo 5

169 90 24
                                    

|  HUELLAS INQUIETANTES |

Desperté al sentir movimiento a mi lado, era una enfermera, revisando la pequeña pantalla del monitor que controlaba mis signos vitales, a un costado de la cama donde me encontraba acostada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desperté al sentir movimiento a mi lado, era una enfermera, revisando la pequeña pantalla del monitor que controlaba mis signos vitales, a un costado de la cama donde me encontraba acostada.

—Veo que despertaste – habló por primera vez, dándose cuenta de que me encontraba despierta – llamaré al doctor para que en unos minutos te de salida, todo está perfecto, solo tienes una pequeña contusión en la cabeza – continuó brindándome una sonrisa tranquilizadora.

– Gracias – asintió al escucharme y se alejó fuera de la habitación en busca del doctor.

En pocos minutos volvió seguida por él, quien me dio salida con algunas recomendaciones sobre el golpe en mi cabeza.

Encontré la ropa que tenía puesta el día anterior, encima de una pequeña mesita que se encontraba en un rincón de la habitación, seguramente alguna enfermera la había allí. Me dirigí al pequeño baño y me vestí.

Una vez lista abandoné la habitación, dirigiéndome a la salida del hospital, donde encontré a Sara y Amber, las cuales no había visto desde anoche, de hecho, el único que fue a verme, fue el Oficial Bourne, quien atendió el accidente. Recuerdo muy bien nuestro juego de miradas tan... profundas e indescriptibles. Era un hombre tan imponente, con esa mirada salvaje, pero a la vez tierna, con miles de sentimientos y sobre todo, secretos.

—Buen día chicas, ¿están bien? No las veía desde anoche y nadie me decía nada – pregunté preocupada.

—Si, no te preocupes, todos estamos bien, afortunadamente solo fue el susto – respondió tranquilamente Amber.

— Gracias a Dios – dije soltando un pequeño suspiro — ¿Dónde están los demás? ¿Qué fue lo que sucedió? –

— George está hablando con la policía y Pablo está por salir. Como puedes ver, tuvimos un accidente, chocamos contra el barandal de acero que protege a autos como el de nosotros de caer al río que divide la ciudad... ¿Por qué? Eso aún no lo sabemos, por eso la policía está investigando – respondió rápidamente Sara.

—Ellos creen que no fue un accidente, sino que fue provocado – continuó informando Amber.

— ¿Qué? ¿En serio? Pero quién haría algo así, y más a nosotros que acabamos de llegar a la ciudad. Casi nadie nos conoce – dije confundida, realmente eso me parecía ilógico, quien quería hacernos daño si no hacía más de una semana que habíamos llegado a esta ciudad.

—Lo mismo nos preguntamos todos – respondió Pablo sobresaltándome un poco, por su sorpresiva llegada. No había notado cuando salió del hospital y caminó hacia nosotras.

—Pablo ¿Cómo estás? – consulté dándome cuenta del gran morado que cubría su ojo derecho.

—Bien, un poco adolorido, pero nada más – respondió tocando suavemente su rostro.

Enigma De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora