La Leyenda

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En la espesura del bosque, entre las montañas, en lo más oscuro, en el corazón del alba que se alza en lo alto de las copas de los árboles. Allí, donde el tiempo parece detenerse, donde los segundos se sienten eternos y la vida transcurre lentamente, como desearía vivir cualquier ser humano.

En ese lugar se esconden aquellos que no desean ser vistos, nunca. Ellos son los guardianes del bosque, los protectores del lobo, tan peligroso y salvaje, pero también tan puro e inocente como el corazón de un niño que no conoce la maldad.

Son leyenda, la parte más oscura e intrigante de la vida, lo que pocos conocen y muchos ignoran. El mundo está lleno de secretos, de terror, de muerte, de hambre y de miseria. No existe ser humano que no haya experimentado la tristeza o la melancolía, desde nuestros ancestros hasta hoy. Todos hemos sentido esas emociones en algún momento.

Muchas preguntas y pocas respuestas, viviendo en caminos que se entrecruzan por la eternidad. El secreto del bosque pronto se revelará para un alma más.

Ese secreto tan profundo es guardado con celo por sus guardianes, pero, a pesar de sus esfuerzos, no pueden evitar que el destino se cumpla. Nadie puede hacerlo, es ilógico y contradictorio, pero también especial.

Un hombre, un ser que nació entre las sombras del cielo oscuro y los secretos del bosque... Otro guardián, un alma entregada a sus ancestros por el bien de todo lo oculto. Alguien que creció entre una vida tan diferente y a la vez tan similar a la de esa mujer.

Entre el bosque y la naturaleza, nunca sintió soledad, solo tristeza al ver cómo el amor, un sentimiento puro, se convertía en algo efímero y engañoso. Observó cómo la amistad y la lealtad eran reglas por saltar, cómo el orgullo y el poder arrastraban a la perdición.

Muy a su pesar, siente que algo no encaja, que falta una pieza en el rompecabezas, que no todo está perdido para él ni para el lobo. Un animal que enseña más que el mismo ser humano.

Hace siglos, diversas criaturas habitaban este mundo, seres tan asombrosos que la humanidad, en su avaricia y envidia, decidió erradicar. De ellas solo quedan relatos que se cuentan en todo el mundo, historias que la era moderna trata de recrear para que no caigan en el olvido; pues son el terror de muchos y la fascinación de otros.

Entre estas leyendas se encuentra la de los licántropos, hombres que se transforman en lobos bajo la luz de la luna, poseyendo un instinto lobuno, animal, que pocos comprenden. Una amalgama de lo humano, racional y emocional, con lo animal, salvaje y primitivo; una paradoja en la que a veces el instinto animal puede ser más racional que el pensamiento humano más evolucionado.

Los licántropos son sus descendientes, personas comunes y corrientes, pero también diferentes; criados sin la avaricia, la riqueza, el hambre o la perdición, llevando en su sangre y su alma un instinto que les otorga un sexto sentido.

La humanidad casi extinguió a su pueblo, creyendo haber acabado con su raza, sin embargo, no contaban con que en lo más profundo se resguardaría y protegería durante años el secreto de su existencia.

Sus ancestros fueron hombres que lograron mantener su humanidad gracias a su parte animal. Sus instintos los protegieron de la maldad y salvaguardaron su hogar. En las noches oscuras y frías, su animal interior emergía, dominando al hombre por un instante, para luego desaparecer con la luz del amanecer, pero nunca abandonándolos del todo, siempre presente en espíritu.

No obstante, sus descendientes, al igual que los seres meramente humanos, se desarrollaron y evolucionaron, perdiendo con el tiempo muchas de las habilidades que poseían, aunque lucharon por conservar lo más importante: su esencia. Aunque su vida quizás ya no sea tan mágica como antes, sin duda, seguirían asombrando a quien los descubriera.

Su instinto animal, su lobo interior, nunca se perdió; permaneció en su alma, en su ser, en su sangre, a través de las generaciones. Ellos no cambian tan drásticamente como los ojos de ella, pero gracias a su instinto, poseen un sexto sentido, un desarrollo animal que solo un lobo, y ahora ellos, comparten. Ese instinto les otorga protección, lealtad, sabiduría, intuición, astucia y poder. De alguna manera, su alma les brinda un aviso cuando algo va mal, es peligroso, o cuando algo o alguien es tan puro como para merecer su confianza y lealtad.

El hombre que nació entre los secretos del bosque, junto con su familia, un grupo de supervivientes al hombre, viven en lo profundo y bello de la naturaleza, entre la paz y la alegría. Residen en cabañas construidas con sus propias manos, cuidando celosamente los secretos que han permanecido mejor preservados.

A pesar de llevar una vida algo solitaria y dedicada a su sangre, su existencia es similar a la de cualquier otro, excepto por el hecho de poseer un alma intacta y sensata. Él conoce todos los aspectos de una vida normal, o lo que nosotros podríamos considerar así; vive cerca de la sociedad y ha aprendido todo lo necesario, desde idiomas y culturas hasta los estigmas sociales.

 Él conoce todos los aspectos de una vida normal, o lo que nosotros podríamos considerar así; vive cerca de la sociedad y ha aprendido todo lo necesario, desde idiomas y culturas hasta los estigmas sociales

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 No hay mejor manera de enfrentar a quienes desean hacerte daño que conociendo todos sus enigmas...

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