S E I S

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Sun

—vas a volver, ¿verdad?—. Despedí a mi papá mientras él subía al avión.
—claro que si, te llevaría a Europa pero tienes clases—. Susurró.

—te quiero papi.

—te quiero, Sun, cuídate, cuídate de tu madre—.dijo él depositándome un beso en la frente.

Le sonreí sin ganas.

Lo vi partir, cuando el avión iba lejos me puse mis audífonos escuchando "maps" de maroon5 empecé a caminar a casa, pasé unas cuadras hasta que llegue a una librería, estaba feliz de tener plata que papá me dio antes de irse, entre y me compre unos nuevos libros para leer.

Cuando estaba saliendo me choque con un hombre.

—perdón—. dijo el.

—no pasa nada—. levanté la vista y vi que ese rostro era conocido.—oh, hola joaquín—. dije sin más.

—¿qué haces por estos lados?—pregunté.

—comprando libros—dijo obvio, que tonta.

—¿ya vas a tu casa?— me preguntó poniéndose a mi lado.

—sí—.le dije y lo miré con una sonrisa .—¿vamos?—él me miro, salimos caminando los dos.

—leíste mi mente— bromeó el.

—tal vez— respondí mientras veía el libro que él llevaba en la mano.

—wow, leí ese libro el mes pasado—comenté, de verdad quería sacar tema para escuchar su voz, su linda voz.

Que mierda estoy pensando, no quiero sentir atracción por el. Basta corazón.

—¿si?, me lo recomendó mi amigo, Dante—sonrió.

El libro era tristemente bueno, lo que lloré con ese libro, solo quiero que alguien me ame como los personajes se amaban, pero como se que no es posible me atreví a cerrar mi corazón. Y abrirlo para el idiota de Jason quien me enseñó lo mierda que es el amor pero igual lo perdone.

—déjame decirte una cosa, ese libro dejo salir mi lado sentimental a la luz—.hablé mientras él me miraba.

—oh, tengo miedo, de seguro es muuy fuerte ¿desde cuando Sol Wilson llora?—bromeó el.

—tal vez necesitaba alguien para quien llorar por el libro, mis amigos decían que estaba loca—.hablé, me di cuenta que acabo de contarle algo de mi vida privada ¿por qué?

—qué conjunto de idiotas, está bueno estar así de locos—.me miró y sonrió.
...
—me voy a quedar en el puente un rato—.le dije sentándome en la baranda. —no quiero ir a casa—. volví a hablar, mierda Sun le estás por contar tus problemas.

—yo igual—. dijo el pelinegro y se puso a mi lado, prendió un cigarrillo y me miro a los ojos.

Que sensación rara, no se que me pasa, sentí una chispa en mi cuerpo que llego hasta mi mano qué hizo que la ponga sobre la de el, en la baranda.

—perdón— dije al darme cuenta.

Me miro y se rio de costado.—no importa—.

—¿fuiste al aeropuerto?—. habló el.

—si, papá ya se fue a europa, de nuevo—hablé.

—ouch, lo que daría porque el mío se vaya igual—. rió.

No me salió nada más que decir, parece que se lleva mal con su papá.

Esta vez intercambiamos muchas más palabras que antes, su voz era gruesa, la forma de expresarse era... linda.

Estoy jodida, si abro mi corazón de nuevo, romperán lo que yo misma reconstruí. no quiero terminar como mamá y papá.

Ese pensamiento ronda en mi mente cada hora.

EL PUENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora