🔸 Capitulo 10🔸

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[Hinata]

No pude ocultar mi curiosidad a las palabras que soltó Kageyama hace unas horas, necesitaba que me lo dijera de nuevo para saber si no estaba soñando...

Cuando le pregunté que a qué se refería, sus mejillas se tornaron de un tono rosado y sus ojos brillaron, fue un gesto que jamás había visto en el, ya que siempre está enojado.

Cómo no me respondió le volví a preguntar.

-Kageyama, oye... ¿A qué te referías cuando dijiste "Su Alfa" frente a Oikawa?

-Est-este... N-no se de que hablas idiota... - desvío su mirada y se sonrojo hasta las orejas.

Sonreí mientras lo veía, trataba de buscar su mirada pero el siempre volteaba hacía otro lado tratando de que yo no viera su sonrojo

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Sonreí mientras lo veía, trataba de buscar su mirada pero el siempre volteaba hacía otro lado tratando de que yo no viera su sonrojo... Eso fue bastante tierno y algo escalofriante y que no todos los días ves a un Kageyama sonrojado y tartamudeando.

El siempre mantenía su ego hasta arriba, tanto en el voleibol como en la vida normal, por algo le decían "El rey de la cancha"

Seguí insistiendo para que me dijera sí si era real o no, necesitaba saberlo a la de YA.

-Kageyama dime por favor...  Explícame que es lo realmente sientes por mi...

El suspiro y me dijo...

- No puedo explicarte todo lo que siento por ti, por qué es inmenso... Sin importar que tiene poco tiempo que te conozco.

No puedo explicarte lo que siento cada vez que te veo... Cada vez que estoy junto a ti, cada vez que me miras y sonríes, tampoco puedo explicarte lo que siento cuánto tus labios tocan los míos y los besan con una dulzura incomparable, cada vez que siento tu respiración cerca de la mía.

No puedo explicar lo que siento por qué es algo mágico y único, nunca había sentido algo así hasta que te conocí, es algo que si pudiera compararlo con algo sería con un sueño, un cuento de hadas o lo que siento cada vez que tocó el balón.

Solo puedo decir que quisiera que tú fueras mío, mi pareja... Mi Omega.

No pude evitar que mis lagrimas salieran de nuevo, pero a comparación de las de la mañana, estás eran lágrimas de felicidad. Sin que el me notará seguía llorando mientras lo escuchaba.

-Cada vez que te encuentro en mis pensamientos, me rodea la felicidad y siento el deseo de estar de nuevo a tu lado, sentir tus brazos rodeando mi cuerpo y comenzar a fundirnos hasta convertirnos en uno, en un mismo ser y en un solo cuerpo.

No puedo dejar de viajar en el tiempo cuando tú no estás, trayendo imágenes que me pueden llevar a ti.

Creo que no podría nunca llegar el día en que me llene de ti, el día en el que me canse de pasar mi vida contigo, porque no puedo verme lejos de ti, lejos de tu aroma tan dulce y de tu piel que parece terciopelo.

Pequeño IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora