Mi pasado... ¿mi futuro?

Deseo compartido (capitulo 9)

Tomo su celular y vio que eran las 10 de la mañana y tenía hambre. Se vistió, saludo a Taylor y se fue hasta Tully's Coffee. Se pidió un café Mocha y abrió su computadora. Revisó varios contratos y llamó a su madre para dejarla tranquila 

-Buenos días

-Gretel es Christian pásame a mi madre

-Si Sr Grey

-¿Bueno?- la voz de su madre sonaba soñolienta

-¿Dormías?

-Christian... si, llegamos muy de madrugada de casa de Elliot 

-Puedo llamarte luego si quieres

-No hijo, no hay problema, ¿Cómo estás?

-Bien mamá

-No me mientas

-Mamá anoche, lo que paso, eso de abrazar a Anastasia lo hice porque me dolió el modo en que gritaba mi nombre. Si no lo hubiera hecho, yo no habría vuelto. Me duele muchísimo lo que Elliot y ella hicieron, no voy a perdonarlos nunca, y tengo que seguir con mi vida.... Espero que por eso entiendas porque no voy a ir para allá mientras ellos estén... porque yo no quiero que elijas. Mi casa siempre está para recibirlos el día y en la hora que quieran. Pero no pienso compartir el mismo cuarto con ellos nunca más

-Lo sé hijo... ¿Qué fue lo que te dijo Anastasia anoche?

-Cosas sin sentido

-¿Te dijo que todavía te ama?

-Mamá...

-Ella me lo repitió miles de veces, llorando, tu hermano...

-Elliot ya no es mi hermano...

-Hijo

-No me pongas en esa situación

-Elliot estaba destrozado cuando la escucho decir que solo tú eras el dueño de su corazón, de su mente y de su cuerpo. Que ella siempre iba a ser tuya

-¿Qué quieres que te diga?

-Nada hijo, solo te lo cuento. Elliot decidió pasar la noche aquí

-¿Y qué esperaba? ¿No recibir un castigo por su traición? Ojala que le duela tanto como me dolió a mí

-Eso no es sano hijo

-Y me importa una mierda, si ellos no tuvieron consideración ¿Por qué debo tenerla yo?- escuchó como su madre daba un suspiro

-¿Quién es esa linda joven que te acompañaba ayer?

-Una vecina

-¿Del Escala?

-Si, se mudó el viernes y bueno, está sola y es muy simpática

-Es muy bonita aparte

-Lo sé... pero no empieces a hacerte una idea equivocada ¿de acuerdo?

-Ok... ¿estas desayunando?

-Si, desayunando y trabajando

-Tú no paras ¿verdad?

-No... hace que me distraiga y no piense pavadas- responde

-Bueno, sigue con eso entonces... no olvides que te quiero mucho y en la semana iré a verte ¿de acuerdo?

-Que no sea el jueves...

-De acuerdo hijo, hasta pronto- Christian corta la comunicación y bebe un poco de su café. Su mirada se distrae al ver el verde de Víctor Steinbrueck Park. Le pasa a Taylor su computadora

-Iré a caminar por el parque unos momentos, puedes esperarme aquí o puedes vigilar desde la esquina

-De acuerdo Sr Grey... mantenga el GPS de su celular activo por favor

-De acuerdo- agradeció haberse puesto zapatillas y no zapatos y poder caminar por el césped. Los gritos de Anastasia, su llanto, todas las cosas que le había dicho estando borracha estaban en su cabeza. No quería volver a ver a Flynn pero era el único que podría entenderlo... sabía de su pasado, de sus fobias, de todo lo que había pasado para llegar hasta ahí. Tomo el celular y marco su número

Christian Grey... ¿Quién iba a decirlo?

-Hola

-Buen día Christian

-¿Me puedes dar una consulta esta semana?

-Claro, ¿Qué día y en que horario?

-El martes, tipo 15 ¿estaría bien para ti?

-Si, te espero

-De acuerdo... adiós- colgó y de repente la vio. 

Un short demasiado corto, una musculosa demasiado escotada. Y hombres cayendo a su paso. Tiene el brillo del sudor que hace su piel más sexy y va escuchando música Christian se paró de golpe frente a ella y ella gritó

-Shhhh

-Christian, por un demonio, me asustaste-le dice y él sonríe

-Hola Mel...

-Hola

-¿No estás exhibiendo demasiada piel?- le pregunta socarronamente

-No lo creo, además, no tengo que darle explicaciones a nadie. Hace calor, me estoy ejercitando, ¿para qué usar mucha ropa?

-Ya veo...

-¿Qué hacías?

-Estaba trabajando

-¿Un domingo? Ay niño tienes que aprender a disfrutar un poco más de la vida

-¿Niño? ¿Me llamaste niño?

-Jajaja usted disculpe don anciano Grey- Christian la toma del brazo y la acerca rápidamente a su cuerpo

-Este anciano podría enseñarte muchas cosas pequeña- le dice mirándola directamente a los ojos. Ella se estremece cuando ve las pupilas dilatadas de Christian y siente una humedad no conocida entre sus piernas. El la sigue mirando sin decir palabra

-Christian

-¿Qué ocurre pequeña?

-Yo...- alcanza a balbucear cuando él le acomoda un mechón de pelo y le susurra

-¿Estas excitada?- su respuesta es un jadeo que hace que Christian también se estremezca

-Me gustaría quitarte ese short y besarte... ahí abajo- Mel siente que un calor abrasador recorre su piel. Quiere irse, correr lejos pero parece clavada al suelo cuando siente un beso en su cuello y las manos de él en su cintura. No sabe qué hacer, como reaccionar mientras la humedad en su sexo aumenta. "lo deseo" piensa para sí misma. "deseo que me toque" piensa mientras cierra los ojos y el la aprisiona contra su pecho y vuelve a besar su cuello

-Chris...

-¿Qué?- Christian sonríe mientras no escucha más que la respiración irregular de Mel en su oído

-Tu cuello es rico... me pregunto cómo será toda tu piel... me gustaría probarla

-Esto es acoso- responde ella

-Culpable- admite él

-Me tengo que ir...

-¿A dónde y con quién?- ella ya recuperada lo mira de lado 

-A mi departamento, hoy llega el equipo de limpieza y tengo que supervisar todo

-¿Prefieres supervisar a tenerme dentro tuyo pequeña?- Mel siente que le falta el aire al oír a Christian decir eso. Sus piernas se vuelven viscosas y se agarra con fuerza a su cuello. Christian apenas roza sus labios con los suyos. No llego a ser un beso, fue un toque... nada más

-Bien... ve a supervisar y recuerda que tenemos una cita el jueves- él la suelta y ella se recompone. Se coloca los auriculares y sigue su marcha. Christian se voltea ver el hermoso trasero que tiene. Se pasa la lengua por los labios y cruza la calle donde Taylor lo estaba observando