Maraton (capitulo 26)

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"Espero que hayas llegado bien a tu casa esta madrugada... lo que sentiste hoy multiplicalo por mil millones y solo así tendras una pequeña idea del daño que me hiciste. Y a pesar de ello me hubiera encantado hacerte el amor de nuevo, tocar tu cuerpo. TU ERES MIA, lo vas a ser siempre, podras tener miles de hombres pero a ninguno vas a desearlo tanto como me deseas a mi... cuando estes lista para asumir tu error y recibir tu castigo avísame. Te voy a castigar y luego te voy a coger como nos gusta a los dos... DURO. Christian Grey"

¡Maldito! dijo antes de arrogar el teléfono contra la pared y partirlo en mil pedazos. Se tapó la cara y entre lágrimas volvió a dormirse. El miércoles llegaban los manuscritos  a la editorial y generalmente todos los diretores y editores no iban a trabajar. Cerca de las 11 decidió que iría de todos modos. Se sentó en su escritorio y comenzó a leer. A las dos de la tarde pidio algo para comer y unos momentos despues alguien golpeo la puerta

-Adelante...

-Su almuerzo Srita Steele- le dijo Christian mostrandole la bolsa. Ella enfureció pero sacó su billetera

-¿Cuanto es?- Christian la miró y apoyo la bolsa sobre el escritorio

-Dos millones 

-Un almuerzo no puede salir tanto dinero

-Es que este viene con algo especial Srita Steele

-¿Con que?- Christian se llevo las manos a la cintura y se bajo el pantalón. Ana no podía creerlo, no tuvo tiempo de reaccionar cuando Christian ya la había tomado de la cintura y estaba besándola apasionadamente

-Sueltame Christian- le dijo queriendo apartarse de él

-No... me deseas, no lo niegues... no le niegues a tu cuerpo el placer Ana

-Basta... déjame por favor- le dijo entre sollozos. El la abrazo y ella lloró sin control durante un largo rato. Christian recurrió a su armadura mental para no llorar junto a ella por todo lo que habían perdido juntos. Solo la abrazó y trató de no recordar nada de lo que habían compartido. Cuando Ana se recompuso la solto. Sin mirarla se levantó el pantalón y se fue. No sabia si John podía recibirlo pero lo hizo y cuando el le conto todo esperó en silencio

-¿Todavía la amas verdad?

-No lo sé... sé que quiero que le duela tanto como me dolió a mi

-Eso no es sano

-Lo sé, pero es lo que siento en estos momentos, frustración, odio, decepción... yo jamás pense que Ana podria lastimarme de esa manera... y Elliot... ni hablar... solo se que estoy destrozado John... y mi vida pierde sentido. No quiero trabajar. No se si Mel es una excusa para olvidarme de ella pero me preocupo por ella y la extraño cuando no esta cerca de mi y ahora la boda de Mia... es demasiado para mi cabeza. Creo que en cualquier momento voy a colapsar. No tengo pesadillas pero no duermo bien, me levanto mas cansado de lo que me acuesto. Como casi obligado. Estoy sin rumbo John... ya no se que más hacer- Cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar

-Tranquilo- le dijo apretando su hombro. Christian trató de respirar y acepto los pañuelos que John le pasaba. Se secó las lágrimas y tomo una caja de pastillas

-Son para que puedas dormir y parar esa cabeza diabólica que tienes. Toma solo un cuarto por noche... no más ¿puedo confiar en ti?

-Si

-Y con respecto a lo otro... ¿porque no te mudas de nuevo con tus padres aunque sea temporariamente? Cierra el departamento, vete lejos de todo lo que te recuerde a Anastasia... o bueno no se si tienes propiedades en otro lado, de ser asi múdate a un lugar nuevo... decoralo a tu gusto... hazlo tú mismo o pídele ayuda a Elliot

Mi pasado... ¿mi futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora