¿Ana? ¿Mel? Indecision infinita... (capitulo 50)

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Mel caminaba a su casa en medio de la llovizna, feliz. Su doctora le dijo que su quinto mes de embarazo estaba más que perfecto, que su bebé y ella contaban con una salud maravillosa. Su hijo, porque era un robusto varón, estaba en perfecto estado y desarrollandose maravillosamente. Tenía la foto en 3D que mostraba a su hijo... a su hijo y el de Christian. Se compró seis donas, se las merecía y queria mimar a su pequeño con una dosis extra de azucar y dulzura. Abrió la puerta de su casa feliz y expectante

-¡¡Ana voy a tener un varón, un hermoso y fuerte varón esta creciendo dentro mio!!¿puedes creerlo?- cuando abrió la puerta de la sala esperó encontrar a Ana y no a Christian sentado en el sillón

-¿Christian? pero...- él se acercó apresuradamente, la tomó entre sus brazos y la beso y ella se entregó a él. Se abrazó a su cuello y le devolvió el beso mientras Christian le sacaba el piloto y lo arrojaba a una lado. Toco su espalda y Mel se extremeció con sus caricias. No podía creer que él estuviera ahí, en su sala, en su casa, en Londres. 

Christian le desabrochó la camisa y vio que sus senos estaban más grandes. Le bajo el cierre de la pollera y se la quito mientras Mel también lo desnudaba. Cuando los dos solo estaban en ropa interior Christian se alejo un poco y vio el vientre de Mel y sonrió. Ella bajo la cabeza

-Estas tan hermosa pequeña

-Oh Chris- le dijo y lo beso.

-¿Tu cuarto?- Mel indicó una puerta y tomando su mano se fue con Christian hasta allí. El cuarto era completamente blanco, hermoso, amplio. Christian desabrochó el sosten y suspiro

-Si antes me gustaban, ahora me gustan mucho mas- toco suavemente la punta de los pezones y Mel se extremeció con la caricia lanzando un gemido ahogado. Christian masajeo los pechos  mientras la besaba y la acercaba a la cama. La deposito suavemente y le quitó la bombacha. Se bajó el boxer y se introdujo en ella poco a poco. Mel exhalo cuando lo tuvo dentro del todo y el comenzo a moverse dentro de ella. Lo hizo dulcemente, no queria lastimar a Mel y menos que menos a su bebé. Se sentía raro no poder besarla o buscar sus ojos pero la seguridad de los dos estaba primero que nada. Cuando Mel alcanzó su orgasmo gritó su nombre y el acabo dentro de ella. Se acostaron y ella se acomodo en su pecho

-No puedo creer que estes aqui... voy a matar a Mia... me prometio no decir nada

-Eres muy egoísta... es mi hijo también

-Pero tu...

-Pero yo nada- la interrumpio- un hijo es algo demasiado grande y hermoso para que te lo quedes tú sola y en secreto pequeña... 

-Lo siento... una vez que naciera iba a ir a Seattle y te lo iba a decir

-¿Y si yo ya estaba casado y esperando un hijo con Anastasia? ¿como te hubieras sentido Mel? ¿como crees que me hubiera sentido yo? Nuestro hijo no tiene la culpa de nada y no podemos ser egoístas con el- Mel se emocionó y unas lágrimas rodaron por su mejillas

-No llores pequeña... no quise ser tan duro pero tienes que entender ¿verdad que entiendes?

-Te entiendo pero no es por eso que me emocioné

-¿Entonces?

-Dijiste "nuestro hijo"

-¿Y acaso no lo es?- Mel lo abrazó y el besó su cabello. Ella se durmio en sus brazos y cerca del mediodía el olor a pollo al horno la despertó. Vio a Christian hablando con Ana

-¿Que estan confabulando ustedes dos?- todos rieron

-¿Seis donas?- le dijo Ana mostrándole la caja

Mi pasado... ¿mi futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora