El pasado de Mel... (capitulo 39)

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POV MELANIE


Mientras tanto en Olive Way 728 Mel acababa de lanzarle una bomba a Samanta Collins, su psicóloga

-¿Acaso te volviste loca Melanie?

-¿Por tomar lo que es mio, por hacerme cargo de algo que me pertenece?

-Sabes muy bien que no me refiero a eso, estas en todo tu derecho de reclamar el dinero y la empresa de tu padre... ¿pero ir a verlos? ¿acaso de verdad crees que estas lista para eso? ¿Para ver a Paul? ¿Para hacerle frente?

Entonces todos los recuerdos se agolparon en su mente uno tras otro sin darle tiempo a poder reaccionar. Su madre viuda y con ella de apenas seis años diciendole a Sofía que había conocido a un buen hombre, que tenía un hijo cinco años más grande que ella. Su casamiento, los primero años felices y entonces, a los 15, una noche sintió como se abría la puerta de su habitación y como Paul se acomodaba en su cama sin decir una palabra. Se quedó ahi sin decir ni hacer nada. Ella pensó que era porque tendría miedo de algo pero no entendía porque un joven de 20 años podía tener miedo de algo. La noche siguiente ocurrio lo mismo y entonces ella preocupada le pregunto si tenía miedo de algo

-¿Miedo yo? No seas tonta- le dijo socarronamente- vengo porque me gusta tu cuerpo

-¿De que hablas?

-Me encantan tus tetas Mel- y sintió sus manos en sus pechos, tocándola

-Detente

-No se te ocurra gritar niñita de mami o te golpearé- Mel se asustó tanto que se quedo quieta mientras el tocaba sus pechos

-Te voy a enseñar lo que hacen los hombres y las mujeres cuando estan juntos en un cuarto y te va a gustar mucho

-No quiero que me enseñes nada

-No te estoy pidiendo permiso nenita, y más vale que no le digas a nadie sobre esto, nadie te va a creer- se fue dejándola sola y asustada en su propio cuarto. Volvió las tres noches siguiente y le toco los pechos cada vez. Pero el sábado, cuando sus padres se fueron al cine, Mel se asustó como nunca en su vida. Esa noche el regreso

-Hoy va a ser un día memorable niñita- le dijo al oído y Mel comenzo a llorar de miedo. Le quito el pantalón del pijama y comenzó a acariciar sus labios y su clítoris. Mel se retorcía

-Quieta- le dijo al oído y entonces metió dos dedos en ella y Mel aulló de dolor

-Que apretadita... ya te voy a coger como quiero nenita- le dijo antes de salir de su cuarto. Mel estaba llorando desconsoladamente cuando escucho a su madre y a su padrastro llegar a su casa y llorando bajo a contarles.

-Mi hijo no hace esas cosas- dijo enfurecido Michael

-Mel ¿no fue un sueño?- le preguntó Carla y Mel no salió de su asombro

-A tu hija le gusta mi hijo y ahora inventa esto... eres asquerosa- le dijo mirándola con odio. Mel comenzó a llorar

-¿Tu me crees mama no? Yo jamás inventaría algo así

-Mel ¿porque Paul iba a querer hacerte eso cuando tiene a todas las chicas rendidas a sus pies?

-Porque es un degenerado

-¡No llames así a mi hijo!- Mel esperó que su madre la defendiera pero ella no dijo nada, solo se acerco a Michael para tratar de tranquilizarlo. Mel subió llorando a su cuarto y en ese momento de dolor sólo penso en una persona. Al otro día cuando aún no había amanecido tomo un poco de ropa y pidio que un taxi la esperara afuera de lo que había sido la casa de su padre y se fue para nunca volver. Cuando Sofía la vio en su piso del Escala no pudo creerlo, con ayuda de un amigo le inventó un nombre y la dejo pupila en un colegio hasta que cumpliera los 18 años de edad. Le pidio a su abuela que no hiciera nada en contra de ellos. Que ella se encargaría de ellos luego. Todos los fines de semana Sofía iba a verla y con el pasar de los años Mel aprendió a ser feliz. La muerte de su abuela la sumió en el dolor pero cuando terminó el curso y se fue a la casa que tenían en Virginia comenzó a trazar el plan para quitarles absolutamente todo

-¿En que estas pensando Mel?

-En que si no hubiese tomado la decisión de ir con mi abuela ese hijo de puta me hubiera violado en la casa de mi padre, con Carla y Michael apañandolo ¿y tu crees que no estoy lista? Tome una de las decisiones más difíciles a los ¡¡15 años!! 

-Tu estuvisme reprimiendo esos recuerdos y tiemblas de solo recordar como ahora ¿que crees que va a pasar cuando lo tengas enfrente, furioso por no tener dinero para gastar?

-¡¡¡Me importa una mierda!!! Todo es mio y lo voy a tomar y si tengo que matarlo lo voy a hacer, ese hijo de puta se merece eso y todo lo peor... no pude hacer la denuncia porque era una menor y la turra de mi madre creyo en su marido y no en su propia hija... los voy a hacer mierda a todos, los voy a ver arrastrándose, voy a recuperar los años que estuve encerrada por mi seguridad ¡¡¡Y lo voy a hacer con tu gusto o no!!! A partir de mañana ya no voy a requerir tus servicios, así que enviame la cuenta- le dijo antes de salir y hablar friamente

Cuando cerró la puerta del coche de forma brusca, Orson se dio vuelta a mirarla. Tenía lágrimas en los ojos. Mel le dijo que fueran al Escala y que tuviera todo listo porque el lunes tomaría posesión de todo lo que le pertenecia. No tenia noticias de Christian y Diana por suerte se podía encargar de los asuntos legales Sam. Ella no podría regresar tan pronto como hubiera querido. Pensó en llamarlo pero le había prometido que no lo haría. Lo extrañaba, cuando llegó comio un poco del arroz con pollo que había quedado al mediodía, se dio una ducha y se fue a dormir.

Ana miraba la ventana con la vista perdida en la nada misma. No tenía noticias de Christian y eso la tenía preocupada. Había tomado té todo el día pero no había comido nada por lo que con las llaves en la mano salió de la casa para comer algo antes de irse a dormir. Fue hasta Fogón Cocina Mexicana y se pidio un Pollo Asado del menú con una cerveza Corona helada. Habían ido con Christian en varias ocasiones, a los dos les gustaba la comida mexicana y sentada allí se vio besándose con él. Christian sonriendo y con sus ojos como acero fundido mirándola enamorado. Cerró los ojos y sonrió. Recordó como le gustaba morderse el labio en su presencia porque sabia lo mucho que le gustaba y luego era él el que se lo mordía a ella. Una gran sonrisa se instaló en su cara recordando todo aquello


POV CHRISTIAN

-Hermosa sonrisa Srita Steele- su voz la sorprendio y abrió rápidamente los ojos y lo vio parado mirándola

-Christian...

-Te vi salir del edificio y te segui... ¿me puedo sentar?- le preguntó mientras miraba la silla vacia

-Claro que si- le respondio ella y él se acomodó y se quitó la americana negra que llevaba, la camisa blanca le quedaba como un sueño, marcaba su exquisito pecho. Ana sintió que los pulmones no recibían el suficiente aire

-¿Cena con la dama señor?

-Si, gracias, quiero burrito norteño y una Corona helada

-Como no- dijo el hombre y se retiro

-¿Como has estado?- le preguntó ella

-Atareado pero bien, he conocido a la familia de mi madre biológica... viven en Detroit

-Cuéntame todo- Christian le sonrió y mientras comían juntos le conto todo, Ana le hizo prometer que le mostraría los albumes de su madre sin falta y Christian se sintió cómodo y feliz. Ella, solo ella lograba eso. Miró sus ojos azules y su boca. Como le gustaba besar esa boca.

-Dame un beso- le dijo ella como adivinándole el pensamiento y él se acercó suavemente y le dio un beso suave y profundo mientras ella acariciaba su cabello. Cuando se apartó Ana tenía una gran sonrisa en sus labios

-¿Tienes lugar para un postre?- le preguntó Christian

-De acuerdo- Christian llamó al camarero y le pidio dos choco-flan que ambos disfrutaron. Christian pagó y Ana se encamino hacia la puerta. Hacia una noche preciosa para caminar y así lo hicieron hasta llegar a la puerta del edificio

-Gracias por contarme y por la cena... estuvo perfecto todo- Ana se acerco y le colocó las manos en los hombros y lo beso suavemente antes de intentar alejarse

-¿Que fue eso?- le preguntó Christian

-Un beso de buenas noches

-No me gusto para nada

-Christian...


Mi pasado... ¿mi futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora