Elliot y Kate (capitulo 23)

1.6K 98 19
                                    


Miró su reloj y vio que eran las 6.30. Beso los labios de Mel

-Pequeña me voy... tengo cosas que arreglar ¿de acuerdo?

-Mmmm

-Te doy un llamado más tarde- volvió a besarla y se vistió rápidamente y subió a su casa. Cuando llegó se dio una ducha y fue hasta su estudio. Alguien golpeo

-Si...

-Buen día Sr Grey

-Gail, buen día

-¿Desayuno?

-Si por favor... Café dulce, un sandwich de jamón y queso tostado, un jugo de naranja y un yogurt con un poco de cereales, en el cuenco pequeño...- Gail lo observo

-¿Espera a alguien para desayunar?- Christian sonrió

-No... hice mucho desgaste físico anoche Gail- Gail reprimió una sonrisa

-Comprendo... ya se lo traigo

-Gracias- Mientras movía un poco el cuello Christian recordó las noches y las madrugadas con Mel. Recordó que le había dicho que era suyo... ¿era cierto o ella era alguien para olvidarse de Anastasia? Movio la cabeza desaprobatoriamente y llamó a Ethan, quería saber con que excusa iba a engañar a Mia. Se rió al escucharla mientras Gail acomodaba el desayuno. Comió absolutamente todo. Y cerca de las 16 fue hasta la casa de sus padres. Mia estaba ahi preguntando todo

-Buenas...- Mia lo recibió con un abrazo

-Christian... tu dime

-¿Que te diga que?

-¿Porque Ethan cito a las dos familias para el martes en ese restaurante de pastas?

-¿No te lo dijo él?- todos me miraron asustados

-No, dijo que era una sorpresa

-¿Entonces?

-Sabes muy bien que odio las sorpresas

-No comas ansias Mia que no es nada malo

-¿Que es? Dime

-Ok te voy a adelantar algo- Mia grito y todos lo miraron de nuevo- solo que tienes que jurarme hacerte la sorprendida

-Claro que si

-Va a regalarte el local para que abras tu pastelería- todos suspiraron

-¿De verdad? ¡¡¡Ahhhhh!!!!

-Mas te vale que te sorprendas porque sino voy a matarte

-Te lo prometo- le dijo Mia mientras lo abrazaba y lo besaba

-Eres un estómago resfriado- dijo Grace como para afirmar la mentira de Christian

-Es un buen hermano... voy a poner mi mejor cara de sorprendida, te lo prometo... que lindo mi amor...

-Bueno, bueno, suficiente- dijo Elliot

-Vamos a merendar- Christian tomó el brazo de Kate y la retuvo unos momentos. Elliot los miro

-¿Te quedas verdad?

-Si... por mi hermano

-¿Quieres que pase por ti el martes? Mel y yo podemos recogerte a eso de las 21

-¿Mel va?

-Tu hermano dijo que no había problemas

-Si, me gustaría ir con ustedes

-Perfecto entonces...- Caminaron hasta el comedor pero en la puerta se encontraron con Elliot

-¿Puedo hablar un momento contigo Kate?- le preguntó mirándola a los ojos. Christian la miró y ella asintió por lo que los dejo solos. Elliot le pidió a Kate que se sentaran y lo hicieron en la escalera. Elliot  miró hacia la puerta de calle

-Yo nunca tuve ni la oportunidad ni el momento para decirte que lo siento mucho, siento lo que paso entre nosotros, siento lo que paso con Ana, siento que hayas venido a nuestra casa y que nos hayas encontrado de esa manera... fui y soy un idiota por lo que hice y se que no podrás perdonarme nunca... pero  aún así siento la necesidad de pedirte perdón por todo el daño que te cause. No te lo merecias. Pero quiero que sepas que no fueron rosas nunca, que todo ese momento me costo mi familia y me costó perderte. Solo...

-No me digas nada más... no me extrañó de ti para serte sincera, ¿pero Anastasia?... yo supe con quien me casaba, sabía lo mujeriego que eras, solo que esperaba no enterarme nunca si hacías algo indebido, pero llegar cansada, querer ver a mi marido para hacer el amor y encontrarlos desnudos en MI CAMA, EN MI CASA... no quiero ni siquiera recordarlo

-Esta bien que me odies, que nos odies... yo no merezco ni siquiera esta charla, lo siento de verdad- Kate se paró y el vio lágrimas en sus ojos y la abrazó

-No llores bebé, no llores porque soy un hijo de puta...

-Elliot

-Lo siento tanto Kate... tú... yo... quise creerme esa mentira... creer que ella podía olvidarlo y entonces yo podría olvidarte a ti... todo lo que fuimos... pero ni ella ni yo pudimos...- Elliot apenas conseguía hablar  por el nudo que tenía en su garganta. Kate lo miró a los ojos... a esos hermosos ojos azules que un día la enamoraron locamente y se dio cuenta de que todavía lo quería. Elliot la abrazó fuerte y se quedaron así un momento. Cuando Grace los fue a buscar no podía dar crédito a lo que sus ojos veían y se fue sin hacer ruido

-¿Bueno, y donde están? tengo hambre- preguntó Mia

-Estan hablando... comencemos...- Christian la miró y vio una sonrisa en el rostro de su madre que no entendio. Unos momentos después Elliot y Kate entraron, se veían raros

-Perdón por no esperarlos pero teníamos hambre- dijo Carrick

-Esta bien papá- Elliot se sentó y Kate lo hizo a su lado. Él la miró con ternura y Mia al notarlo se atragantó con el pie de manzana que estaba comiendo

-Por dios Mia- dijo Christian dándole unos suaves golpes en la espalda. Ella tomó un poco de agua

-Lo siento, me parece que la manzana se fue para otro lado- todos rieron.

-¿Grey's Bakery? ¿así le vas a poner?- preguntó Carrick luego de un rato donde todos estaban en el jardín bebiendo jugos

-Si, ya hay Grey's Enterprise, Construcciones, Editorial, ¿porque no una pastelería?

-Van a creer que somos dueños de Seattle- comentó Christian

-Es verdad, pero a nosotros ¿que nos importa?- dijo Mia y todos consensuaron. Christian se arrimó a su madre y discretamente le preguntó

-¿Porqué la sonrisa?

-Porque quizás las cosas finalmente comienzan a acomodarse

-¿A que te refieres?

-A nosotros... tú estás de vuelta, Mia se casa, Elliot y tu pueden estar en un cuarto sin insultarse o golpearse... Kate se queda...

-Ya veo, aunque no te creo nada

-No seas tan desconfiado hijo

-De acuerdo... si tú lo dices- Un rato después Christian descartó quedarse para la cena

-¿Te llevo Kate o te quedas?- le preguntó pero antes de que pudiera decir nada Elliot le respondio

-Puedes quedarte y luego si quieres puedo alcanzarte yo...- le dijo mirándola casi como una súplica. Christian se sorprendio cuando Kate le dijo que se quedaría. Subió a su auto y entonces terminó de entender la sonrisa de Grace. 


Mi pasado... ¿mi futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora