Mi pasado... ¿mi futuro?

Esa primera vez... (capitulo 19)

Mel estaba dandole los últimos toques a la comida así que decidió ir a darse un baño, estaba sola en el piso, les había dado la noche libre a Ana y Stela. Había puesto una botella de champagne en el freezer y había preparado todo para el postre. Se puso lencería sexy y un vestido color azul informal pero bastante atrevido. Lo acompaño con tacones negros. Dejo que el cabello se le secara naturalmente y 21 en punto, su timbre sonó. Abrió la puerta y lo vio a Christian, hermoso como siempre

-Sr Grey, buenas noches

-Srita Preston... el placer es mio- dijo mostrándole las flores. Ellas las tomó con delicadesa y el cerró la puerta mientras Mel las colocaba en un jarrón y las ponía en la mesita de entrada

-Son hermosas, me encantan los tulipanes

-Punto para mi padre entonces

-¿El te las sugirió?

-Correcto- Christian apoyó la botella sobre la mesa y la acercó bruscamente hasta su cuerpo y se perdió en el verde de su mirada

-¿No es un poco osado este pequeño vestidito?

-No, me gusta mucho

-A mi me gustan tus piernas, y tu boca- apuntó antes de besarla con furia. Mel gimió en sus labios

-Se me va a quemar la carne- Christian la soltó y ella tomó su mano y lo llevó hasta una mesa no muy grande que estaba excelentemente puesta.

-¿Haces los honores?- le preguntó Mel mientras le pasaba el sacacorchos. Christian abrió la botella y sirvió las dos copas mientras Mel desapareció y apareció de nuevo con una fuente llena de carne que olía deliciosa

-Eso huele magnífico- Christian la ayudo a sentarse y ella le pasó el plato con comida, el pinchó y corto la carne que prácticamente se deshacia. Probo y se deleito

-Eres muy buena pequeña

-Carne mechada con espárragos, papas y batatas con salsa de vino rojo ¿te gusta?

-Esta deliciosa- Charlaron amenamente, se sonrieron y se besaron unas cuantas veces. Mel era una anfitriona maravillosa y Christian disfrutaba de su compañía. Mel se paró y llevó todo hasta la cocina y volvió con un cuenco lleno de fresas y otro con chocolate y la botella de champagne. Christian la abrió y sirvió las copas. Mel alzó la suya

-Por haberte conocido- le dijo mirando sus ojos grises

-Por haberte conocido- repitió él y ambos bebieron y comenzaron a comer las fresas. Mel se quitó los tacones y llevo su copa llena y los cuencos a la sala y Christian la siguio

-No me puedo creer que uses zapatillas

-No siempre soy formal- ella sonrió

-Me encanta cuando me dices pequeña...

-¿No me digas?

-Si te digo- Mel probó el champagne otra vez y Christian se sentó a su lado.

-Quiero verte desnuda pequeña- le susurró al oído y Mel se encendió por dentro. No se lo hizo pedir otra vez. Se paró, bajo el cierre de su vestido quedando solo vestida con el sujetador y la pequeña tanga de encaje negro. Christian dio un largo suspiro y recorrió la figura de Mel con la vista. Mojo sus labios y se paró. Se quitó la remera y las zapatillas y fue hasta ella. La tomo entre sus brazos y la besó. Suavemente, sin apuro. Ella se colgó de su cuello mientras él con sus hábiles manos desabrochó el sujetador y se lo quito. Tomo un paso atrás y vio los pechos de Mel. Los pezones estaban erectos y el se relamió. Se acercó y mordió uno de ellos mientras acariciaba al otro. El jadeo de Mel lo extremecio