Christian y Ana ¿de nuevo? (Capitulo 40)

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-Bésame como solias hacerlo, como cuando te llevaba a casa de Kate y tú me besabas y yo me quedaba la noche ahi haciendote el amor... bésame así- Ana se lanzó a sus brazos y él la apretó contra él. Casi corriendo subieron al ascensor para entrar a toda prisa en la casa y en la habitación. Christian la observó desnuda y se mojo los labios y ella se sonrojó

-Srita Steele... como no recordar aquella primera vez- le dijo acercándose poco a poco. A Ana no le salían las palabras. El la tómo de la cintura y la apoyó en su pecho y la beso mientras sus manos recorrían la espalda de ella. Suavemente la acomodo en la cama

-¿Sigues tomado la píldora?

-Si...

-Bien, no quiero usar gomas molestas- ella le sonrió y se mordió el labio

-Ay Srita Steele... siempre tan impertinente- dijo pasando sus dedos por la boca de Ana haciendo que esta soltara el labio

-Sabes muy bien el efecto que ese gesto tiene en mi ¿o ya lo olvidaste?

-No lo olvide...

-O sea que lo hiciste adrede- ella rió. El se paró de la cama y tomo la bata que estaba colgada en el perchero y le quito el cinto. Miro a Ana y ella volvió a reir

-Estas castigada por maleducada Srita Steele... manos por favor- ella extendió sus manos y el le hizo un perfecto nudo y luego la ató al cabezal de la cama.

-Ahora voy a deleitarme- le dijo antes de comenzar a besar cada centímetro de su cuerpo y centrarse en el punto de placer de Anastasia que comenzó a jadear sonoramente

-¿Que ocurre Ana?¿te gusta?

-Si amo- Christian cerró los ojos al sentir que ella lo llamaba de esa manera. Siguio su lenta tortura hasta que Ana grito su nombre llegando al orgasmo. Y sin darle tiempo a recuperarse la penetro profundamente y ella volvió a gemir. Sus embestidas fueron ganando intensidad. Ana no podía tocarlo y él le sonreía

-Malo- le dijo entre jadeos y entonces Christian la soltó y ella tomó sus hombros y se movio con él hasta que Christian gruño de placer y ella sintió en su interior la calidez de su orgasmo. Christian relajo los hombros y permaneció quieto unos instantes antes de salir de ella y caminar hasta el baño. Cuando regresó Ana todavía estaba acostada en la posición que la había dejado y lo miró con esos hermosos ojos azules que el amaba tanto. Flexiono las rodillas y abrio las piernas. Se señalo el clítoris y mirando a Christian le dijo...

-¿Me besas... aqui?- el pasó la lengua por sus labios

-Siempre juguetona ¿verdad Ana?

-Culpa solo suya Sr Grey

-¿Mia? ¿porque?

-Tu me hiciste despertar mi lado sexual ¿o acaso ya lo olvidaste?- El gris de su mirada se oscureció y ella supo que él haría lo que le había pedido. Eran casi las tres cuando por fin los dos cerraron los ojos y descansaron

Grace intentó comunicarse con Christian pero este no atendía y la mandaba al buzón de voz. Le pareció extraño pero decidió no insistir. Christian dormía plácidamente abrazando a Anastasia. El sol se colaba por la ventana del departamento cuando Ana comenzó a moverse. Verlo dormir a su lado, después de la noche que habían pasado juntos le daba esperanzas pero también mucho miedo. Esperanza de que todo podía arreglarse entre ellos, miedo de que hubiera sido una despedida. Se fue hasta la cocina y sacó de la heladera los cupcakes de chocolate que había comprado el sábado a la mañana. Preparó cafe y les dio un toque de microondas, cuando estaba sacándolos y poniéndolos en un plato, unos brazos le rodearon la cintura y un beso se instalo en su cuello haciendo que se le pusiera la piel de gallina.

Mi pasado... ¿mi futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora