Capítulo cuatro

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Los días pasaron y cuando menos se dieron cuenta ya era 1 de septiembre. Harry se sentía preparado y confiado, ese mes se la paso estudiando de todo sobre el mundo mágico. Aprendió todo lo que pudo desde costumbre sangre pura hasta la cultura mágica, historia, herbologia, pociones, transformaciones, encantamientos, runas antiguas, aritmancia, etc. Fue una suerte el hecho de que tenga una memoria eidética y un IQ de 165 sino su cerebro hubiera explotado del todo el estudio excesivo que realizo ese mes. ya que tenia que compensar 10 años de ignorancia sobre el mundo mágico.

Se negó a ir a un nuevo mundo y hacer el ridículo solo por ignorante. Era una de las cosas que mas odiaba, lo detestaba y detestaba a las personas que elegían ser ignorantes sea mago o no.

Con lo relacionado a los modales y vestimenta, no tuvo que hacer mucho. Creció en una familia de la elite. La elegancia, los modales y su buen gusto para vestir eran como una segunda naturaleza para el.

Lo que le fascino cuando visito la bóveda Phoenix, fueron todos los libros que encontró y estaba seguro de no eran ni el 2% de todos los tenia que haber. Los libros de artes oscuras eran llamativos como si tuviera una conexión con la magia oscura pero a la vez sentía que no era para el y luego de curiosear un rato en la bóveda, encontró algo que le fascino y se dio cuenta que..

Tenia razón 

La magia oscura llamaba su atención, si pero esto

Magia de luz..

Cuando lo leyó quedo fascinado, la magia que irradiaba el libro, tan blanca y pura pero a la vez capaz de ser igual o mas dañina que la magia oscura.

Esto.. esto era magia, la verdadera magia de la luz

No esa versión mal hecha del ministerio

Se sentía casi... insultado cuando vio toda la clase de magia que había prohibido el ministerio

Sin embargo, todavía no se podía quitar esa sensación del cuerpo. sentía que el que encontrara esos libros no era coincidencia pero.. 

no importaba 

Si algo esta destinado a suceder, sucederá por lo que no tiene sentido intentar evitarlo.

 Pero aun ahora, sentado solo en unos de los vagones del tren que se dirigía a Hogwarts no pudo evitar darle vueltas al asunto. 

Sacudió  su cabeza levemente y suspiro 

Mejor pienso en otra cosa, se pregunto en que casa lo pondría el sombrero. No tenia preferencias pero.. se imagino por un momento como le quedaría el uniforme de su respectiva casa.

El azul le gustaba pero no tanto. con ese color se veía normal y eso no era suficiente

El rojo paso por su cabeza pero se esfumo tan rápido como llego. No, definitivamente se que casa es la que no quiero ir. El rojo no le favorece tanto como le gustaría.

El amarillo lo hace lucir tierno y le da como un aire de inocencia, eso le gusto 

y el verde.. no había mucho que decir, el verde definitivamente es su color y resalta sus ojos por lo que le queda divino. 

Con ese pensamiento en mente, se distrajo leyendo un libro de magia de luz antigua. Era como si la magia que emitía el libro acariciara la suya como si quisiera decirle algo pero a Hadrian solo se le paso un pensamiento por la cabeza 

Soy luz

Lo puedo sentir, mi magia lo puede sentir. 

Soy un mago de la luz, la verdadera luz.

Señor de la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora