»Devil ✔️ +18 [ Lizkook ]

009

Maratón 4/4

Las puertas del ascensor se cerraron y yo me dispuse a esperar para que llegará al último piso y me largara de éste lugar. De acuerdo, puedo ser un poco berrinchuda en cuanto al trabajo, pero no puedo hacer nada, esa es mi actitud, esa soy yo, y si tratara de cambiar, sería cambiarme a mi misma por los demás, yo no quiero eso. Jamás lo quise.

Miró de reojo a la chica que está a mi lado, parece feliz, ya que tiene una sonrisa de lado.

—Mhm, hoy fue un buen día, al parecer, ¿No? — pregunté con una pequeña sonrisa, tratando de ser amable.

—¿Oh? Sí, será un día muy especial — apreté mis labios en una fina línea y asentí.

—¿Tienes sesión de fotos, o algo parecido?

—No, hoy vine para hacer el trabajo de alguien que no lo ha podido hacer — parpadee sorprendida. Si Namjoon se entera, lo más posible es que le salga humo hasta por las orejas. Reí de tan solo imaginarmelo. —¿Es gracioso? — su voz con un toqué de molestia me hizo ponerme seria y negar.

—¿Qué? No, no, no, yo me reía de otra cosa.

—Tiene que ser, porque no he conocido a alguien que se ría de su propia muerte — mis ojos se abrieron sorprendidos y la miré, sus ojos se volvieron completamente negros y dos alas grandes negras, salieron de repente por sus espalda.

Di dos pasos hacia atrás, chocando con la pared metálica, ella sonrió.

—Bien, empecemos con algo básico — fruncí el entrecejo. Ella se acercó rápidamente hacia mí, tomó mi rostro entre sus manos que tenían guantes de una tela negra transparente, se acercó tanto, que incluso pensé que me besaría, pero no, al contrario, sopló sobre mi rostro y mis ojos perdieron visión en mi alrededor.

[ ❌ ]

Abrí los ojos de golpe, dándome cuenta que estaba en un lugar obscuro, mi alrededor también era igual. Mi respiración se agitó al hacer un cambio de visión bruscamente.

Mi casa.

Mi antigua casa.

Pude ver cómo una niña salía de la casa, tenía una coleta sosteniendo su cabello, mientras un moño rosa estaba puesto en está, haciéndola ver muy linda, mi vista dejó de ser ella, para ser cambiada a la ventana de dicha casa, dónde pude ver a dos personas pelear en voz baja, para que la niña no los escuchará.

Mis piernas empezaron a moverse por sí solas, acercándome más a la ventana y al estar parada justo afuera de la ventana, pude darme cuenta de cómo el hombre golpeaba a la mujer, pero al verla a ella, caí en cuenta de algo.