»Devil ✔️ +18 [ Lizkook ]

010

Sus lágrimas caían por sus mejillas, siendo en su barbilla dónde se perdían o caían directamente al suelo.

Sus sollozos podían oírse perfectamente por toda la habitación. La sala y la cocina estaban en un silencio sepulcral, nadie había venido desde hace dos días, los mismos que ella corrió de aquel ascensor y se ocultó en su habitación, siendo presa de los recuerdos y pesadillas de su niñez. Porque nadie sabía que aquella niña, a la que ahora era una hermosa chica, un poco berrinchuda, orgullosa y rebelde, le habían arrancado su inocencia desde niña, siendo una época traumante para ella. Pero nadie sabía eso.

Unos ojos cafés, miraban la escena dónde ella estaba completamente destrozada por aquel ser qué le hizo recordar su pasado, su terrible y horroroso pasado. Sus ojos divagaron por toda su habitación, encontrandola vacía.

—Una chica como tú no debería de estar sola en estos momentos — dijo, pero ella ni siquiera lo escuchaba, ni mucho menos podía verlo. El ser que tenía un lindo atuendo completamente blanco, que portaba en su espalda unas hermosas alas blancas y que desprendía un aura bastante tranquila y llena de paz, frunció un poco los labios al ver lo que claramente en su cuello pudo verle brillar.

—Tienes la marca de ese impuro — miró mejor la marca que se había ido apagando lentamente. —No voy a permitir que ese impuro te llevé — se dió la media vuelta y traspasó la puerta, apareciendo en otro lugar.

En el cielo, para ser exactos.

—¿Qué sucede, hijo mío? — miró al hombre que portaba una túnica blanca, junto con una tiara de hojas en su frente, pareciendo un rey del Olimpo.

—Mi señor — hizo una reverencia, quedándose así por un momento para después levantarse y mirarlo tímidamente, al ser superior debía de mirarlo con amabilidad e inocencia, mostrando respeto hacia su Dios. —Mi humana, a la qué cuidó, la ha visitado un impuro, me parece que va a morir pronto — informó.

—Mmm, ya veo — comenta. —Ve preparando el discurso de bienvenida al paraíso, prepara su uniforme y dale unas cuántas vueltas por el paraíso, explícale cosas sobre el páramo que hay en la cerca del esté, también explícale los deberes que tendrá que cumplir — explicó.

—Mi señor... — la voz dudosa de aquel hermoso ángel, hacen que el hombre lo miré con curiosidad. —Mi humana aún no debe de morir — dice.

—¿Cómo es eso?

—Un impuro quiere llevarse su alma antes de tiempo, quiere hacerla pecar con sus instintos de demonio y arrastrarla hacia el limbo, donde no podremos recuperar su alma — el hombre frunció el entrecejo, para después soltar un suspiro de frustración.

—Parece que satanás aún no entiende que sus hijos no deben de meterse en mis campos — dice, mirando hacia la nada, para después, mirar a su súbdito frente a él. —Tengo una nueva misión para tí.

—Sí, mi señor.

[ ❌ ]

Un pelinegro caminaba por la calle sin poder ser visto por los mundanos que caminaban a su lado, pasando por su cuerpo o chocando con él, pero esos humanos no sentían el tacto con ese demonios, ni siquiera él, pero aún así, maldecía.

—Estúpido humano, ¿¡Qué no te fijas por dónde vas!? ¡Te voy a arrancar la cabeza y se la daré a los perros del inframundo! — le gritó a un hombre, quién ni siquiera escuchó tales barbaridades. —¡Te mataré y me comeré tus riñones, idiota!

De pronto, todo el mundo quedó estático, Jungkook frunció el entrecejo y miró a todas las personas estar quietas, en completo silencio, un silencio que lo volvería loco. Miró a su alrededor.

Hasta qué vió ese brillo conocido, soltó una risita burlona y se reincorporó completamente hacía su dirección, de un momento a otro las personas siguieron su curso normal.

Ambos eran invisibles para los humanos.

—Pero miren quién acaba de llegar — sonrió bastante egocéntrico, para después soltar una risita.

—No me hace mucha felicidad tu presencia — comentó, sin ser amable realmente.

Jungkook soltó una carcajada.

—Siempre usando las palabras correctas, eres tan aburrido que me divierte.

—Sé lo que tramas y déjame decirte que no voy a permitir qué te lleves el alma de mi protegida — Jungkook dejó de reír y lo miró serio.

—Eso no está en discusión y menos con una hadita de cuentos de hadas. Dime, ¿Tu papá Dios, te dió permiso de salir? No te vaya a regañar — volvió a reír.

—Mejor dime tú, ¿Tu madre ya sabe lo inútil y mal demonio que eres? Te enamoraste de mi protegida, ¿Eso no es una falta en las reglas de tu reino? — Jungkook dejó de reírse y miró serio al arcángel, dió un paso hacia él, amenazante.

—Me voy a llevar el alma de Lalisa, te guste o no.

—Yo, Min Yoongi, protegeré su alma hasta la hora de su muerte.

Jungkook sonrió de lado.

—Prepárate para decepcionar a tu señor.

—Mejor prepárate tú, para ver cómo su alma se va al cielo.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨