- Profesora Styles. - dijo a sus espaldas Luna Geer, una de sus alumnas.
Dasha se volteó con una sonrisa, Luna era una de sus alumnas favoritas y el trabajo que esta le había entregado el día anterior dejaba claro el por qué. Su desempeño en la carrera de Psicología era inmejorable.
- Luna. ¿En qué puedo ayudarte? - le preguntó Dasha.
Luna miró a su alrededor para comprobar si había muchas personas caminando por ese pasillo. Se quedó tranquila al ver que eran ellas dos solas.
- Profesora Styles tengo una situación en la que su consejo me es fundamental. - dijo Luna titubeando mientras apartaba de su rostro un mechón oscuro y ondulado de su cabello.
- ¿Tiene que ver con tu trabajo final? Tengo que decir que hasta ahora me has dejado muy impresionada.
- Sí, un poco. Pero tiene un contexto más personal. - apartó temerosa la mirada.
- Ahora me dejaste verdaderamente intrigada. Camina conmigo y cuéntame. No prometo poder ayudarte, pero trataré. - Dasha le ofreció una sonrisa esperanzadora.
Luna sonrió un poco y asintió de acuerdo con su profesora. Luna era una chica muy guapa de un modo bastante común, pero no menos impresionante pensó Dasha. El cabello castaño oscuro y ondulado caía sobre sus hombros pero al igual que sus ojos cuando la luz del sol incidía de cierta manera destellaban con un poco de dorado y cobrizo. Boca pequeño de labios promedio al igual que su nariz y sus pestañas. No era demasiado alta ni demasiado baja. Ni gorda ni delgada. De pechos pequeños y caderas estrechas. Todo en ella lucía promedio, pero era la sonrisa la que la convertía en extraordinaria.
Luminosa y alegre con un poco de picardía. Cuando Luna sonreía los chicos la miraban. Lástima que no lo hiciera en ese momento.
- Como le dije profesora Styles tiene que ver con mi trabajo. El motivo de que haya escogido el tema del sexo no consensuado es que me encontré con un caso podría decirse cercano a mi.
Entonces Luna le contó la historia de como conoció a Jess, una estudiante de enfermería que compartía su habitación con ella. La chica había sido drogada y violada, pero ahí no quedaba todo. Por casualidades de la vida Luna había llegado a conocer a este chico. Jared era su nombre y a pesar de que el sufría una enfermedad psicológica en la que sólo la muestra de sentimientos le causaba dolor se habían hecho amigos. Dasha sospechaba que la joven Luna no sólo deseaba ser amiga del joven, pero se quedó callada.
Lo que Luna comprendería más tarde es que Jess y Jared eran víctima y violador respectivamente. No sabía que hacer con ese conocimiento. Jess había reencaminado su vida y Jared necesitaba apoyo psicológico.
- Quieres saber que deberías hacer ahora ¿verdad? - constató Dasha asombrada. El destino era verdaderamente un ente sin corazón.
De solo observarla Dasha sabía que Luna había estado llorando. Una situación así podría romperle el corazón a cualquiera.
- Sí, profesora Styles. Después de mucha insistencia conseguí que Jared asistiera a una cita con un psicólogo capacitado. Está haciendo mejoras, pero no es definitivo y sé que en este momento no debo presionarlo para... No sé, que se acerque a Jess o se entregue a la policía. No tengo idea de que debo hacer.
El pequeño cuerpo de Luna se sacudió en sollozos que rompieron el corazón de Dasha. Esta la envolvió entre sus brazos tratando de calmar a su buena alumna.
- Me... sien-siento... tan... culpa-culpable... con Jess. - dijo con voz entrecortada por las lágrimas.
- Mírame Luna. - ordenó con firmeza Dasha y tomó su rostro entre las manos. Sonrió de forma esperanzadora.
- No te puedo decir cual es el propósito del destino para haberte puesto en esta posición. No es fácil nadar entre dos aguas, pero tu eres fuerte y persistente y lo lograrás. Lo más que puedes hacer ahora es ayudarlos, cada uno por su parte, y cuando sientas que es el momento adecuado; que ambos necesitan seguir adelante sabrás que debes hacer. Es una decisión difícil, pero tú tienes el coraje necesario para lograrlo y creo que lo harás. - la aconsejó su profesora.
- ¿Cómo sabré que es el momento adecuado? ¿Cómo sabré lo que tengo que hacer?
Los ojos de Luna brillaban de lágrimas contenidas, pero ella aguantó estoicamente. El tiempo de llanto había terminado, al menos por ahora.
- Lo sabrás porque naciste para ser psicóloga. Tienes un sexto sentido fantástico que te guiará. Hay personas que simplemente nacieron para ayudar a otros y tú, Luna, eres una de ellos.
Entonces ambas sonrieron, Luna animada de nuevo.
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La emocionante existencia de una adicta al sexo
Teen FictionDasha ama su condición de mujer. Dasha ama disfrutar de su cuerpo con absoluta libertad. Dasha ama el sexo. Mejor dicho... Es adicta a él. Dasha es sexóloga. Si, sexóloga porque sabía que ninguna otra carrera se le daría mejor que una que estuviese...