Simón se encarga de animar fiestas y hacer que todos pasen una linda noche.
Él disfruta demasiado su trabajo y junto con su socio son conocidos en el sector, lo que atrae muy buenos clientes.
Uno de los cuales le hace una propuesta sorprendente: T...
Ya tenemos una lista de inscriptos de dieciséis personas (que además prometieron recomendarnos con sus amigos) interesadas en que los ayudemos a encontrar una pareja.
¿Estrés? Demasiado. Tendremos que coordinar muchos factores, que ambos tengan la misma orientación sexual, que tengan al menos un punto en común con el que puedan iniciar una conversación y que ambos estén disponibles en el mismo día y horario.
¿Presión? Mucha. Tenemos solo siete posibilidades de emparejar a nuestros participantes. Acordamos que era el número perfecto, siete días tiene la semana, y una semana alcanza y sobra para conocer a una persona. Es obvio que si salís con alguien un día viernes tendrá mejor humor que un día lunes pero nosotros no pretendemos engañar a nadie.
Queremos que se vean un día recién levantados, un día justo antes de acostarse, un día a la hora de comer, un día haciendo la actividad preferida de uno, y el siguiente la favorita del otro, queremos que un día se dediquen a hablar de temas polémicos, sin importan si opinan lo mismo o no, queremos que conozcan los modos de pensar del otro y que puedan dialogar sobre eso. Quizás lleguen acuerdos o quizás no, pero lo importante es que sabrán que les espera si deciden dar un siguiente paso.
Y por último, la que nosotros opinamos que es la más especial es la cita 7, en la que les dejamos el día libre para que ellos organicen lo que quieran, ya sabrán lo suficiente del otro como para llegar a un acuerdo con respecto a qué hacer, lo único que les pedimos es que lleven una sorpresa que crean que al otro le pueda gustar, puede ser cualquier cosa, ni siquiera es necesario que gasten dinero lo importante es el gesto.
Sí, puede parecer mucho trabajo y lo será, pero estoy entusiasmado con esto. Siento que puede dar muy buenos frutos, obviamente, no espero que todos formen una pareja pero tengo la esperanza de que al menos logremos que dos almas se unan. ¡Y obvio que a futuro se casen y nos inviten a animar su boda!
Y no, no es tan difícil formar parejas. Es como armar un rompecabezas, solo tienes que encontrar dos piezas que combinen y encajarlas, lo mismo sucede con las personas no importa que entre ellos no sean parecidos lo importante es que se complementen.
Cuando les dimos las bases y condiciones todos parecían muy entusiasmados con la idea, pero más que nada sorprendidos, vinieron buscando un chisme y terminaron con la posibilidad de encontrar el amor.
Pensar que hasta hace unos días no entendía que era el amor y ahora estoy usando ese término inconscientemente, no creo haber resuelto mi duda interna pero al menos he aceptado que el amor existe y eso ya es un amplio paso.
Si mi celular antes estaba lleno de mensajes ahora es peor, se le suman los mensajes del grupo que armé llamado "En busca de mi media naranja", y los mensajes al privado con cada integrante. En el grupo daré las explicaciones generales y en el privado los datos de los días y horarios de las reuniones.
Desde luego, si resulta que no quieren verse más ya sea porque no les cayó bien el otro, porque encontraron el amor en otro lado o porque decidieron quedarse solteros, no habrá problema en que se bajen del plan, será una lástima y espero que no suceda pero barajamos esa opción.
Algo positivo fue que con lo recaudado en la fiesta del sábado y el adelanto del curso pude saldar mi deuda con el casero y ahora puedo vivir un poco más tranquilo sabiendo que nadie vendrá a correrme de mi hogar.
Sé que falta, que aún debo saldar algunas deudas familiares, otras del emprendimiento, que aún debo lidiar con la prensa que no se rinde y que aún debo cuidarme de que Enrique no decida llevarnos a juicio, pero ahora puedo respirar profundo sin sentir ese clásico nudo en la garganta de cuando estás muy estresado.
¡Ah me olvidaba! Está el pequeño detalle de que tengo que recuperarle la novia a Segundo. En mi vida aprobé un recuperatorio, nunca recuperé objetos perdidos y, sin embargo, intentaré recuperarle la novia.
¡Espero que esto no sea una misión imposible!
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¡Se prendió esta mierda! ¡Ups perdonen es que ando emocionada! ¿Cómo andan mis pequeños animadores o debería decir mis pequeños Cupidos?
Vemos que la suerte está empezando a acompañar a Simón que ya se puso al día con el alquiler y se lo nota muy entusiasmado con su nuevo trabajo de profesor del amor. ¿La suerte lo acompañará también en su empleo de espía? Hagan sus apuestas, pronto lo averiguaremos...
Cuéntenme, ¿cuándo eran chicos jugaban a ser espías? ¿Cuál era tu juego favorito de la niñez?
Los voy a estar leyendo y esperando en el capítulo 15, ¿estarás allí?
