Capítulo 11

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Me acomodo el saco y me ajusto el nudo de la corbata antes de salir al aire en el programa con más rating de la televisión. El conductor me presenta como el hombre del momento y yo sonrió ante las cámaras aceptando su apodo. Ya me amigué con la idea de que los ojos de todos estén puestos en mí, y pienso sacarle provecho.

El conductor es famoso en el medio, tiene más años de experiencia que yo de vida pero aun así no me dejo engatusar por sus maniobras de distracción para sacarme información y pasó a ser quien maneja la conversación llevándola al punto que me conviene:

— ¿Sabes qué Rick? Estoy muy emocionado por la invitación a tu programa —le digo halagándolo.

Él no es el único que conoce trucos de carisma, una buena adulación siempre ablanda el terreno.

— ¡Muchas gracias por aceptarla! —responde cortés.

— Cuando mi madre me vea en la televisión se va a morir. ¡No sabe lo contenta que se puso cuando le dije que iba a venir a conocerlo, lleva enamorada de usted desde sus comienzos!

Una mentirita piadosa no lastima a nadie, no me voy a ir al Infierno por esto. Aunque puede que reciba algunos gritos de mi progenitora por engañar al conductor que se sonroja débilmente, no creo que la cámara lo llegué a distinguir pero yo que estoy enfrente suyo lo noto perfecto y decido seguir pinchándolo:

— No sabe el tiempo que pasó frente a la pantalla únicamente para verlo a usted, hasta casi me puso su nombre el día que nací, pero no combinaba con mi apellido así que se arrepintió a último momento. Lo que creo que si combinaría serían ustedes dos, son tal para cual, la misma edad, los mismos gustos y una personalidad muy compatible, deberían conocerse, ¿qué opina la audiencia?

En el estudio hay una pequeña tribuna de una treintena de personas y hasta allí dirijo mi mirada al mencionar las últimas palabras. Todos estallan en aplausos y gritan un sonoro "Sí". Quienes conocen su historia saben que Rick quedó viudo hace mucho y aún no volvió a juntarse con nadie, o sí pero al menos no ha presentado públicamente a nadie en un largo tiempo y todos lo emparejan con cualquier mujer que viene al programa, mi madre no es la excepción y eso que ni siquiera está aquí presente.

Contento llevo mi mirada al frente y recibo la mirada de Rick que me lanza dardos para que no continúe con el asunto.

— Simón, estamos todos muy interesados por saber más de lo que pasó en aquella Iglesia, ¿quién era esa chica? ¿Tu amante? —Dice intentando desviar el foco de la conversación.

— No quiera cambiarme de tema Rick —lo expongo para que no se me salgan las cosas de control—. ¿Hace cuánto no sale con alguien?

Antes de responderme le hace una seña imperceptible al camarógrafo que acepta la orden silenciosa y se pone a filmar a otro ángulo, más concretamente a la audiencia que aplaude satisfecha. En esos segundos en los que no salimos en pantalla, el conductor se pasa un dedo por el cuello de izquierda a derecha mirándome fijamente. Entiendo a lo que se refiere y me remuevo incómodo en la butaca.

La cámara vuelve a enfocarnos y Rick sonríe radiante como si antes no me hubiese amenazado y repite su pregunta. Iba a desistir con mi plan hasta que veo a Thiago haciéndome señas entre las luces y cables, fijo mi mirada en él que extiende sus brazos para alentarme mostrándome sus pulgares arriba.

Thiago tiene razón, voy muy bien, no me dejaré arremeter por nada.

— Le propongo algo Rick. Ya no soporto el peso del secreto en mis hombros pero no estoy preparado para contarlo aún, ¿qué le parece si el sábado se pasa por mi oficina y allí le cuento todo con lujo de detalles? Si quiere puedo invitar a mi madre para que se presente allí, tanto animar casamientos y nunca propiciar una unión me deja insatisfecho, quizás logré encender la chispa del amor en sus corazones.

Si el conductor antes me odiaba ahora creo que de tener un cuchillo cerca me lo clavaría, no obstante disimula muy bien ante el público y sin darme una respuesta presenta la pausa comercial.

Las cámaras se apagan, los camarógrafos se alejan para tomar un descanso y el director, un hombre pelado, gordo y con cara de amargado, se acerca corriendo en nuestra dirección.

— ¡¿Qué se supone que estás haciendo?! —Me interroga.

— Creo que no es muy difícil darse cuenta, le estoy dando lo que muchos quieren: la posibilidad de dar a conocer la primicia —respondo simplemente.

El conductor se quita el micrófono y encara a su superior.

— ¡Quiero que saques ahora mismo del estudio a este perdedor! —Le ordena señalándome.

— No hace falta que me eche, conozco el camino, pero insisto lo espero el sábado.

Me alejo sin despedirme y voy al encuentro de Thiago que me espera ansioso.

— ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron?

— Están contentos con la oportunidad, todo va viento en popa —le miento. 


Holiiis mis pequeños animadores, ¿les gustó este capítulo? ¿Qué opinan de la actitud de Simón?

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Holiiis mis pequeños animadores, ¿les gustó este capítulo? ¿Qué opinan de la actitud de Simón?

En el capítulo se habló por arriba de la elección de los nombres pero quiero que desarrollemos un poco más el tema, ¿sabes por qué te pusieron tu nombre? ¿Sabes de dónde proviene y qué significa?

A mí me llamaron Lorena porque ese era el nombre de la protagonista de una novela televisiva que mi mamá veía, y Anahí por Santa Ana, ¿les gustan los nombres religiosos? ¿Conoces a alguien que se llame igual que yo?

¡Me encantaría leerte en comentarios! ¡Te espero en el capítulo 12!

El animador de fiestas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora