Pasaron muchos días de esa charla con Brenda, días en los que nos la pasamos hablando, ya sea por llamada o cara a cara en algún parque o café, días en los que disfrutamos mutuamente de nuestra compañía.
De una de nuestras conversaciones surgió la idea de que se sume a mis clases de amor, lo hará desde el rol de estudiante porque admite que aún debe aprender mucho sobre este sentimiento. Lo mismo debo hacer yo, por más que soy el que da la "materia" no tengo todo resuelto: El amor nunca se comprende completamente, cada día podemos aprender algo más sobre él.
De igual manera, le rogué para que comparta ante mi estudiantado su historia de vida para darles una lección de amor propio.
Llevamos tres clases hablando del amor de pareja, del familiar y del amistoso pero nunca hablamos del más importante: del propio. Si primero no nos queremos a nosotros mismos no podremos querer a otro, ni seremos capaces de recibir amor y me parece esencial comentar esto en el aula, o mejor dicho en mi comedor transformado en salón de clases.
No sé quién está más nervioso por lo que sucederá si Brenda o yo, que estoy temblando de miedo por tener que presentársela a mis socios. Sí, dije "socios" y no "socio" porque al fin y al cabo mi hermanita le contó todo a Thiago y ahora sí lo van a intentar otra vez. Quieren recuperar el tiempo perdido y ahora solo se despegan para ir al baño, por lo tanto, cuando Thiago eligió un lugar para vacacionar, ella pidió días libres en el trabajo y fueron juntos. Hace algunos días regresaron y se pusieron de lleno con nuestro emprendimiento. Estoy muy feliz por ellos, realmente se merecen ser felices y sé que juntos podrán hacerlo.
Quien también se merece ser feliz es Brenda, por eso se los quiero presentar, sé que podrán ser buenos amigos, estuve esperando el regreso de los tortolitos para hacerlo pero después me acobardé y estuve aplazando este momento hasta que fue inevitable.
***
Es inaudito que yo esté atemorizado al nivel que quiero ser un caracol para esconderme dentro de mi caparazón y así no tener que enfrentar al mundo, y Brenda está relajada en el sofá esperando su llegada mientras revisa la cuenta de Instagram que la animé a crear.
No soy una persona que se ponga nerviosa muy seguido pero cuando lo hago no me puedo detener y para cuando llegaron los dos enamorados ya casi había acabado con mis uñas.
Hice bien en tener miedo porque ni bien mi hermana dio un paso dentro de mi casa miro a Brenda con desafío y se despegó del abrojo que tenía con el novio para pegarse a mí. Pasó por al lado de mi invitada sin saludarla y se sentó en el medio separándonos.
Miré a mi hermana con recelo y me disculpé ante Brenda pero ella solo se rio ante la incómoda situación y se presentó ella misma:
— Hola soy Brenda, la novia a la cual Zanahoria le interrumpió la boda.
Mi hermana no se dignó ni a mirarla pero por suerte mi mejor amigo se acercó a darle la mano.
— Un gusto Venda, soy Thiago, Salmón me habló mucho de vos.
Oh no, ya empezó con sus apodos nefastos.
— ¿Venda? ¿Salmón?
Y así pasaron a comentarse todos los sobrenombres que me pusieron para debatir cuál es el mejor. Yo aproveché para llevarme a mi hermana a la cocina y reclamarle:
— ¿Por qué te comportas así?
Ella pone carita de perro atropellado y murmura:
— No sé a qué te referís —por mi parte elevo una ceja obligándola a seguir hablando—. Me cae mal.
— Pero si no la conoces.
— Por eso mismo, hasta que no muestre dotes de inteligencia no voy a hablarle, "Zanahoria" —dice haciendo una imitación espantosa de la voz de Brenda.
***
La clase ha empezado y todos escuchan con atención a Brenda, quien les habló de su relación con Segundo y ahora los está poniendo a reflexionar.
— Hace mucho tiempo alguien dijo "Aceptamos el amor que creemos merecer" y me parece una de las verdades que todos debemos conocer. Si vos te miras al espejo y te insultas, cuando alguien haga lo mismo con vos vas a naturalizarlo y aceptarlo como amor —menciona con los ojos brillantes por las lágrimas que no quiere dejar salir.
— Bueno ya me agrada tu chica —susurra mi hermana quien desde que Brenda se subió al escenario no ha dejado de comentarme todo lo que su discurso le provoca.
— Me alegra pero no es mi chica —aclaro.
— Ya sé, ella no es de nadie, no somos objetos, somos personas —rueda los ojos—. Pero ya sabes a lo que me refiero, te conozco desde que naciste, no me presentarías a cualquiera.
La miro e intento decir algo pero no encuentro nada convincente para hacerla cambiar de opinión así que me escapo para no aceptar que tiene razón.
***
Espero a que los ánimos de todos se calmen después de la hora de charla sobre amor propio, para darles un aviso. Me subo al escenario precario para llamar su atención:
— Damas y caballeros, las clases han llegado a su fin... —hago una pausa dramática y escucho como algunos se lamentan por esta noticia—. Pero no se desesperen porque aún resta la semana con su media naranja —le hago una seña a Thiago quien se aproxima con una caja dorada—. Hoy descubrirán a quién le han sido asignados y a partir del lunes empezará lo que denominé como: la semana de análisis del mercado. Ya saben las reglas, ¿están listos para encontrar el amor?
— ¡Sí! —Gritan todos emocionados.
— ¡Es ahora o nunca! ¡Al ataque mis corazones valientes! —exclamo dichoso.
Holiiis mis pequeños animadores estamos de celebración por la pareja de Thiago y Lola, ¿se formará alguna otra en la semana de citas que organizaron nuestros Cupidos favoritos?
Cuéntenme, ¿en este momento están enamorados? ¿Están en algo con esa persona? ¿Participarías en un grupo como el de los chicos o preferís las aplicaciones de citas?
Muchas preguntas por hoy jeje ya me despido para no agobiarlos con la promesa de subir pronto el capítulo 21, por allí te espero.
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El animador de fiestas
General FictionSimón se encarga de animar fiestas y hacer que todos pasen una linda noche. Él disfruta demasiado su trabajo y junto con su socio son conocidos en el sector, lo que atrae muy buenos clientes. Uno de los cuales le hace una propuesta sorprendente: T...