Lalisa se encontraba en el balcón, mirando aquellas tierras, aquellas casas, aquellas mezquitas, mirando todo lo que le pertenecía, todo lo que era suyo.
Estaba con sus manos apoyadas, mirando aquellos árboles verdes, oscurecidos por la noche, y esa luz tenue de la luna. Era precioso...
Tocaron nuevamente a su puerta, pero decidió quedarse ahí, disfrutando del paisaje.
- Adelante.- Dijo en voz alta.
Uno de los agas entró, y le informó que la concubina estaba esperando. Respiró profundamente, para luego dar consentimiento a su entrada.
Se quedó ahí, mirando hacia fuera, sin el más mínimo interés por aquella concubina que se encontraba en sus aposentos.
- Mi sultán...- Pronunció la concubina.
Lalisa se dió la vuelta, viendo de arriba a abajo a la mujer que su madre había preparado. Aquella se encontraba arrodillada frente al sultán, como era la tradición. Besó el extremo de su túnica, para luego esperar que el sultán levantara su cabeza. Y así lo hizo, Lalisa posó sus dedos en el mentón de la concubina, para luego alzarla, y levantarla suavemente.
- ¿Cómo te llamas?.- La miró a los ojos. Su mirada era profunda, y fría.
- Halime, su majestad.- Respondió la chica.
- Según tengo entendido, mi madre te ha enviado aquí.- Le dijo, alejándose de ella.
- Así es, mi señor. Su madre, la sultana Hafse, me ha preparado específicamente para ésta noche.- Respondió.
- Si ese es el caso, debes saber que saliendo de mis aposentos, no puedes decir palabra alguna de lo que pasará ésta noche.- Amenazó.
- Lo sé, majestad.- Hizo una reverencia, demostrando el respeto que le tenía.
- Bien.- Dijo Lalisa, sentándose a los pies de su cama, viendo como la chica le bailaba con una mirada seductora. La concubina era hermosa, pero no lograba captar su atención. No pasó ni un minuto, cuando lanzó su primer bostezo.- ¡Agas!.- Llamó, sorprendiendo a la mujer, quien detuvo su baile al instante. Los agas entraron, y se llevaron la la chica a los aposentos de las favoritas, por orden del sultán.
Al día siguiente, todo el harem hablaba sobre aquella chica, la primera concubina en asistir a los aposentos del sultán. La envidiaban, porque ahora era una favorita, y si había logrado quedar embarazada, se convertiría en la primera consorte del sultán Mustafá. Aún mejor si daba a luz a un príncipe, que siendo el primero, sería el sucesor al trono. Ciertamente era bastante suertuda.
— ¿Crees que haya quedado embarazada?.— Decía una de las concubinas.
— Si fuera así, el bebé sería horrible. ¿Viste lo fea que es?.— Rieron.— Seguramente el sultán ni la miró.— Cuando sea la fiesta del cumpleaños de la sultana Hafse, bailaré tan bien, que el sultán quedará embobado. Ya verás...— Dijo, con aires de grandeza.
— ¿Crees que el sultán Mustafá se fijará en ti?. ¿Acaso no has visto lo guapo que es?. Realmente creo que si el sultán se fijara en alguien, esa sería yo.
La rivalidad en el harem era evidente, y todo lo disfrazaban con falsas caras de amistad.
— ¡Atención, el sultán Mustafá está aquí!.— Gritó uno de los agas.
___________________________Espero que les esté gustando la historia hasta ahora🥺
Dato curioso: El sultán Selim I es real, al igual que su esposa la sultana Hafse. Ambos son padres del sultán Solimán "El Magnífico". A quién he remplazado por Lalisa.
PD: Les recomiendo la telenovela "El Sultán", que trata de Solimán, y su esposa legítima, Hürrem.
(Algunos poemas que escribió Solimán, los pondré aquí).
Por cierto, sé que los que ya conozcan la novela, dirán que se llama Suleiman, o Süleyman. Pero varía dependiendo del idioma.
Los amo🥺❤️
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El Sultán [Jenlisa]
FanfictionAl morir el sultán, uno de sus herederos (varones) debe tomar el trono el mismo día. ¿Qué pasaría si no hay herederos al trono?. [Basada en la novela: El Sultan]