Habían pasado semanas desde la última vez que vió a Jennie. Estaba ansiosa, pero, ¿Qué pasaría si Jennie no la recordaba?.
— Agas, voy a salir. Díganle a Iskender que estoy descansando, y no quiero que me molesten.— Les dijo.— No quiero que vuelva a suceder lo de la otra vez, ¿Entienden?.— Dijo antes de salir.
Se dirigió al lago, pues era la único lugar que sabía que podría encontrar a Jennie.
Al llegar, vió como la chica estaba con su hermana Ji Soo.
— Jennie.— Dijo, sonriente. La nombrada se dió vuelta, junto a Ji Soo, y sonrió emocionada.
— ¡Lalisa!.— Corrió hasta ella, y la abrazó. Lalisa se sentía nerviosa, y un poco avergonzada.
— Así que tú eres Lalisa, ¿Eh?.— Dijo Ji Soo.— Creía que eras un invento de mi hermana loca.— Se burló.— Soy Kim Ji Soo.— Estiró su mano.
Lalisa la miró con un semblante serio, pues sentía que le faltaban el respeto. Ella no tenía la culpa, ya que no sabía frente a quién se encontraba.
— Un gusto.— Dijo, mientras volvía a mirar a Jennie.
— ¡Vaya cambio de humor!.— Dijo Ji Soo, un poco molesta.— Al cabo ni quería...— Murmuró, bajando la mano.
— ¿Acaso no tienes otras cosas qué hacer, Ji Soo?.— Le dijo Jennie.
— Ya me voy.— Le respondió, tomando una bolsa.— Me llevo ésto. Supongo que no lo vas a ocupar.— Dijo.
— Déjalo aquí.— Dijo Jennie.— Ya vete.— Luego de que Ji Soo se fuera, Jennie se dirigió a Lisa.— Oye, te quería agradecer por lo de la otra vez...— Dijo apenada.— No era necesario.— Le dijo.— No quería darte lástima.
— ¡No fue eso!.— Se apresuró a decir Lalisa.— Solo quise darte algo a cambio del buen rato que me hiciste pasar. Fue como...un presente por ser mi amiga.— Inventó.
— Entonces yo también quiero darte uno.— Le sonrió Jennie.— Mmm...¿Qué te parece si te regalo uno de mis dibujos?.— Le preguntó.
— Si dibujas bien, entonces sí.— Bromeó.— Déjame verlos.
— Son preciados para mí.— Le comentó emocionada, tomando un cuadernillo del bolso que había dejado Ji Soo.— Mira, hay muchos paisajes.
— La verdad, dibujas muy bien.— Le dijo.
— Éste es un conejito comiendo pasto. Lo encontré muy tierno, y quise dibujarlo.— Le dijo.
Pasando las hojas, apareció un autorretrato de Jennie, el cuál ella siguió pasando.
— Espera.— Dijo Lalisa, volviendo a aquella hoja. Miró el hermoso dibujo de Jennie...
— Me da un poco de vergüenza.— Le confesó.
— Quiero ese.— Le sonrió Lalisa.— Sales muy hermosa.
Jennie se sonrojó, sin saber por qué su corazón se había acelerado tanto.
— ¿Estás segura?. Puedo hacer uno tuyo, si quieres. Puedo dibujarte a ti.— Le ofreció.
— No, yo quiero ese. Quiero recordarte bien, cada vez que vaya a Topkapi.— Le dijo. No sabía cómo podía ser tan honesta, pero era tan fácil hablar con ella. Simplemente no podía evitarlo.
— ¿Allá estuviste todo éste tiempo?.— Preguntó Jennie, un poco entristecida.— Si te soy sincera, puede que te haya extrañado un poquito...— Murmuró.
Lalisa sintió que podía morir de felicidad. ¡Jennie la había extrañado!.
— También yo...— Le respondió. Hubo un silencio, en el cual ambas estaban cómodas. Estaban tan cerca, y sus miradas se posaban en la boca de la otra de vez en cuando. No sabían cuánto tiempo había pasado, pero no podían despegar sus miradas. Lalisa quería besarla, y Jennie estaba muy confundida...
— ¡Jennie!.— Una voz masculina, enfurecida, hizo que se sobresaltaran.

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El Sultán [Jenlisa]
FanfictionAl morir el sultán, uno de sus herederos (varones) debe tomar el trono el mismo día. ¿Qué pasaría si no hay herederos al trono?. [Basada en la novela: El Sultan]