CAPÍTULO 1

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Qué si estaba nerviosa?

No, no estaba nerviosa.

Qué si debería estar nerviosa?

Pues probablemente.


Había llegado a California hace alrededor de unas dos horas, pero no habíamos salido del chalé desde entonces, así que no tengo mucho que contar de ese tiempo, ya os lo imaginaréis, discusiones con mis hermanos para ver quien se queda la habitación más grande... organización de la lista de espera para poder usar la tele... alguna que otra caída por las escaleras...vamos, lo normal.

Pero al escuchar a mi hermana pequeña gritar algo de jugar al parchís, cogí unas llaves y salí escopetada.

Las calles de California no estaban tan abarrotadas cómo lo imaginé, a lo mejor se debía a que era lunes, pero apenas había gente, por eso, al escuchar voces, me acerqué a cotillear un poco.
-Sí, sí. Yo también lo he oído. - Una chica alta, morena, con los ojos marrones y pelo rizado, hacía un gesto de impaciencia.
-Pero es muy raro. -Esta vez habló otra chica, rubia, con los ojos de un marrón que yo no había visto jamás.
-Anda, no me digas. - Puso los ojos en blanco. -Aunque de todas formas, nosotras también llegamos aquí hace poco, Smith.
-Te ha dado con llamarme así eh? - La chica se escogió de hombros, pero yo salí a su encuentro,
-Em... hola?
-Ah! Hola. - La rubia me sonrió. -Cómo te llamas? No te había visto por aquí.
-Me llamo Rain. Rain Andrews. Vosotras? -Pregunté tímidamente. Esta vez fue la morena quien me sonrió.
-Yo soy Airun.
-Curioso nombre.
-Queda bien con mi apellido. Ah, y por cierto, ella es Rao. Vienes a dar una vuelta y nos cuentas algo más sobre ti? -Yo asentí y las tres comenzamos a caminar.

Cuando quise darme cuenta, eran más de las ocho, así que me despedí de mis amigas y me dirigí hacia mi casa. Me habían preguntado que cuánto tiempo llevaba aquí, y al decirles que apenas unas horas se sorprendieron.
Ellas me habían contado que eran primas segundas, pero que ambas se habían mudado a una casa cerca de la mía hece unos meses. Yo les había preguntado por el carácter de la gente en el barrio, pero ellas se habían mirado incrédulas y se habían reído, por lo que sigo sin saber eso.

Llegué a mi casa poco más tarde. Afortunadamente, ya había acabado el parchís, y aunque mi hermana pequeña se esforzó en demostrar que estaba enfadada conmigo, me dio igual.
Cenamos y todo parecía estar bien, así que subí a mi habitación para ponerme el pijama.
Pero lo que no esperaba encontrar era una nota de mis nuevas amigas encima de la cama.

Rain, cuando antes preguntaste lo de como es la gente, pensamos que lo decías en broma, pero ahora nos hemos dado cuenta de que no, y por eso solo te queremos avisar de que las personas aquí son un poco extrañas. TEN CUIDADO CON CADA COSA QUE HAGAS.
Airun.

Yo reí ante la nota. Estaba claro que solo exageraban.
Aun así, decidí salir a dar una vuelta aunque fueran las once de la noche.
Mala idea.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me fijé por donde iba.
Caminé y caminé en muchas direcciones, pero estaba claro. Me había perdido.

Escuché el sonido de unas ruedas y, no sé por qué, pero automáticamente empecé a correr en dirección opuesta.
Corría y corría, pero los notaba cada vez más cerca.
No llevaba zapatos para correr, y no tardó en notarse. Me alcanzaron.
-Vaya, vaya. Pero qué tenemos aquí? Si es la chica nueva! Mirar que suerte la nuestra. - Me sujetó del cuello de la blusa.
-Suéltame, estúpido. - Prácticamente escupí las palabras y, solo entonces, me giré para mirar.
Genial, conté cinco chicos en skates, cada uno me sacaba al menos dos cabezas, y en la anchura de su cuerpo entraba yo diez veces.
El chico que me sujetaba parecía realmente fuerte, pero lo que me extrañó fue que me pudiera aguantar, porque el rubio pelo le caía de por la cara de una manera que parecía imposible que pudiera ver nad...
Me olvidé de mis pensamientos porque el chico (tan amable como antes) me tiró al suelo.
Notaba el sabor de la sangre en la boca.
Me volvió a coger, pero esta vez yo no le di tiempo, le pegué un puñetazo en el estómago con todas mis fuerzas, lo que hizo que me soltara y cayera al suelo, yo no desaproveché la oportunidad.
-Qué sé kárate de la tele. - Le dije con voz calmada. Y... se acabó la calma.
Salí corriendo.
Que bien.
Eso sí que era a lo que yo llamaba empezar mi nueva vida con buen pie.






Hola! Espero que os haya gustado, es mi primera historia en Wattpad ☺️
Perdón si es un poco corta pero es como una introducción
Nos vemos pronto!

Que sé kárate de la tele (Cobra kai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora