-Vas a tener una cita con Johnny Lawerence! - Saltó emocionada Rao cuando se lo contamos.
-De eso nada monada. Solo es un... favor que me debe.
-Sí claro.
-Queeee si. No te pongas pesada.
-Ay madre! Que ya son las siete. Corre a prepararte!
-Pero que solo vamos a jugar al golf!
Miró a Airun con incredulidad.
-Esta niña es tonta o que le pasa?
-Ah, gracias. Yo también te quiero.
Me sacó la lengua, que niña más educada.Sin preguntarme si me apetecía que me empujaran, me tiraron de la silla y me sacaron a patadas de la habitación para que me cambiara. Rodé los ojos y (no sé por qué, la verdad) les hice caso.
(...)
Eran las ocho menos dos cuando llegué al instituto, él ya me esperaba en la puerta y al verme me saludó.
-Has venido!
-Yo tampoco soy una mentirosa, Lawerence. Pero además, que esperabas, que no viniera? - Se encogió de hombros.
-Quien sabe.
Fantástico. El niño ha salido gracioso.
Pues sabes que? Que yo también sabía pasarme de lista.
-Yo.
-Cómo que yo?
-Que yo si sé.
-Que tu sabes qué.
Era evidente que estaba consiguiendo sacarle de quicio.
-Yo sí sabía si iba a venir o no.
-No fastidies.
-Sí fastidio.
-Sí que lo haces, Andrews.
-Es mi especialidad, Lawerence. - Rodó los ojos y caminó un par de pasos hacia el coche.
-Vayámonos ya. Se hará de noche.
Me apetecía vacilarle.
-Mira, Lawerence. Ves el cielo? Esta oscuro. Eso significa que ya es de noche. Sabes que cambian la hora? Seguro que no te has fijado, porque ya sé que no llegas a tanto, pero hace una semana todavía era de día, a lo mejor te has equivocado por eso.
-De qué vas?
-De rojo.
-En serio?
-No perdón, de rojo y azul. Es un vestido bicolor.
-Es alucinante. -Dijo refiriéndose a mi comportamiento.
-Sí verdad? Es muy bonito. Me lo compré en la tienda de la calle principal. Venden cosas que merecen la pena. Deberías ir allí, así podrías cambiar tu outfit por algo más adecuado, no crees?
-Creo muchas cosas. Por ejemplo, que si por vacilar cobrases, te harías multimillonaria.
-Puede ser. No decías que nos íbamos?
-Ah, sí. Venga vamos.(...)
Me lo estaba pasando bastante bien.
Resulta que Johnny Lawerence era muy bueno jugando al golf pero... según mi experta opinión yo jugaba mejor que él.
-No tenía ni idea de que fueras un principiante, Lawerence, de haberlo sabido me hubiera traído las palomitas para ver mi canal favorito.
-Pero si aquí no hay tele.
-No importa.
-Y cómo se llama el canal?
-Fracasos de Johnny Lawerence.
-Que bien. Y que "programa" ves?
-Bueno, pues ahora estás retransmitiendo un directo. Se titula. "Lawerence contra la pelota, quien ganará? No mucha gente es futuróloga, pero desde luego no hace falta serlo para darse cuenta de que será la pelota la clara vencedora." Es muy divertido. Deberías verlo.
-Muy graciosa Andrews.
-Me halagas.
-Por desgracia lo sé.
-Ah, por desgracia. - Me miró con una de sus caras raras y movió la mono delante de mí para llamar mi atención.
-En que piensas?
-Em...?
-Te has quedado embobada mirando a no sé muy bien que.
-Ah, sí. Porque me has traído aquí? - Me miró extrañado.
-Porque pusiste a mi hermano en su sitio.
-Ya pero no me refería eso. Es que acaso no os lleváis bien?
-No es que no nos llevemos bien. Es solo que... tampoco es que sea el amor de mi vida. Simplemente dejamos vivir al otro. Pero últimamente se ha estado pasando y eso no me ha gustado del todo. - Sonreí con ironía.
-No sabía que un Cobra Kai tuviera piedad. En vuestro cartel pone que no la tiene.
-Sí, bueno. El sensei es estricto en cuanto a eso, pero hay que saber diferenciar la línea que marca el límite de hasta donde se puede llegar. Y el sensei a veces quiere que lo pasemos. No hay que tener piedad en un campeonato, por ejemplo. Porque si te pasas te separan a la fuerza del otro, pero sí en una lucha en la calle, porque si te descuidas puedes incluso matar a tu rival. Aunque más de una vez me he dejado llevar por la rabia. Con Daniel LaRusso, para que me entiendas, con ese me ha pasado. Como odio a ese estúpido.
-Menos lo del final, profundas palabras.
-Eh?
-Para ser tú, digo. - Me reí y me empujó.
Condenado Lawerence.Hola!
Sé que vuelve a ser corto, lo siento, pero ya tengo las ideas más organizadas, así que los próximos capítulos serán más largos (o eso espero)
Por cierto, este cap se lo dedico a mis amigas, que son las primeras en leer lo que escribo y en darme ideas.
Nos vemos!!!!
ESTÁS LEYENDO
Que sé kárate de la tele (Cobra kai)
RandomRain Andrews empezará el curso en un Instituto en una ciudad diferente y un poco extraña, a decir verdad. ¿Podrá... seguir adelante?