Que sé kárate de la tele (Cobra kai)

CAPÍTULO 8

Narra Rao

Airun no llegaba,
Pero donde narices se habría metido la lista de mi prima?
Se supone que solo había ido a entrenar.
Un momento...
Hoy no le tocaba entrenamiento.
La llamé al teléfono.
-Sí?
-Marina d'Or, ciudad de vacaciones dígame?
-Eres tonta Rao.
-Para cuando quiere sus vacaciones.
-En cinco minutos. Rain viene a dormir.
-Bien entonces quedamos en que una habitación para dos una sola noche.
-De verdad estás haciendo esto?
-Perfecto, le esperaremos con placer. Serán quinientos euros.
-No crees que te has flipado un poco?
-Sí le ha gustado el servicio de llamada, pulse uno. Si le quiere dar una puntuación del uno al diez, pulse dos. Si quiere que le demos más información, pulse tres. Un placer tratar con usted.

-Rao!
Ya me están llamando. No pueden vivir ni un segundo sin mí.
-Voy!
Bajé las escaleras corriendo.
-Rao, hija. Airun me ha mandado un mensaje diciendo que Rain se queda a dormir.
-Ajá. Tienen una habitación para dos.
-Qué?
-Nada.
-Bueno, que si la has llamado.
-Sí.
-Y?
-Nada. Solo dramas adolescentes.
-Pero si tú tienes la misma edad que ellas!
-Y?
-Que también eres adolescente!
-Sí. Pero no tengo dramas.
-Creo que ya vienen.
-Sí, estoy oyendo un montón de golpes.
-Rao!
-Qué? Es verdad.
-Hola! Ya estamos.
-Servició de habitaciones. Quítense los zapatos a la entrada.
Mi madre me miraba como si estuviese rematadamente loca.
-Pero que dices?
-Nada.

Fin de la narración de Rao

(...)

Narra Rain

Estábamos las tres sentadas en la cama. Rao había estado desternillándose de la risa desde que le habíamos contado lo de Tony Lawerence y Airun, vamos, hacía media hora.
-Pero hip! Chicas hip! Tony Lawerence hip! No era hip! Con el que hip! Se pegaba hip! Rain hip!
-Síp - Dije yo haciendo sonar la p.
-No puedes ni hablar de lo que te has estado riendo de mi. - Rao asintió.
-Creo hip! Que voy hip! Al baño hip!
No tardó ni medio minuto en volver.
-Estás?
-Estoy.
-Pero como te puede gustar ese?
-Ay! No sé.
Rao la miró con cara rara y le pasó su ropa para que se la doblara.
-Eh! Yo no te doblo eso.
-Es tu trabajo señora.
-Señora? Trabajo?
-Te pago un céntimo al año.
-Ah! Por eso mientras todos celebramos el año nuevo de la nada aparece un céntimo en mi capucha!
Rao sonrió pícaramente.
Yo las miré a las dos atónita.
-Estáis locas no?
-No perdona! Ella está loca!
-Ja ja. Muy graciosa, Airun Straws.
Cualquiera pensaría que estaban discutiendo, pero yo ya las conocía suficientemente bien para saber que se estaban aguantando la risa y que ambas lo hacían para divertirse.
-Bueno! Venga! A dormir las dos! -Dije.
-Sí mamá.
-Tú calla.
-Pues nada. Yo callo.
-Sí, callada estás más guapa.
-Pero es que mañana es sábado!
-Eso eso!
-Sí, pero si nos dormimos antes, nos despertamos antes y mañana montamos fiesta.
-Está bien. Pero mañana montamos fiesta sí o sí eh?
-Trató hecho.
Nos metimos ya en la cama e íbamos a apagar la luz cuando de repente...
Rao saltó de la cama.
-Qué narices es eso!?

Hola!
Espero que os esté gustando!
Nos vemos!