CAPÍTULO 10

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-Cuando yo cumplí catorce años, mi madre quiso celebrarlo. Yo ya era mayor entre comillas, y no quería una fiesta en un parque de bolas, por ejemplo. Cómo cualquier chica de mi edad, quería quedar con mis amigas a hacer algo especial y que estuvieran mis dos padres. Cómo os imaginaréis, los dos no podían. Mi padre tenía que hacer un vuelo muy importante y no podía faltar bajo ningún concepto. Entonces...
-Úrsula. Por qué lloras?
Ella negó con la cabeza.
-Entonces mi padre decidió que mi madre, mis hermanos y yo nos fuéramos con él en ese viaje. Era un vuelo muy largo, de más de diez horas, y las siete primeras fueron bien pero a la octava, empezamos a oír un ruido muy fuerte que venía de la parte trasera. Mi madre le gritó algo a mi hermana mayor y ella cogió a los mellizos en brazos, a mí me agarró de la camiseta y nos metió debajo de los asientos. Así estuvimos una hora. Oíamos disparos y gritos, era un ataque terrorista y creímos que solo tendríamos que aguantar un raro más escondidos. Hasta que... nos dimos cuenta de que era a nosotros a los que buscaban. Nos vieron. Nos dispararon y dieron a mi hermano pequeño en la pierna. Mi hermana pequeña, histérica, enfadada y profundamente dolida al ver a la persona más importante para ella desangrándose, con solo ocho años, nos salvó la vida. Consiguió hacerse con un paracaídas lo suficientemente resistente para aguantar el peso de los cuatro. Mis padres ya estaban en tierra, así que no dudamos ni un instante y nos tiramos. Dispararon una última vez hacia nuestra dirección. Me dieron en el pecho. Mal sitio. Perdí el conocimiento en la caída. Estuve casi un año en coma y cuando desperté... asimilar algo así es difícil sabéis?
-Casi un año en coma!?
-Sí. Once meses y medio.
-Y tu hermano?
-Mis hermanas nos llevaron a los dos al hospital corriendo, afortunadamente, al no darle en ningún órgano vital ni nada, con puntos y paciencia se curó. El mío fue un proceso más... decisivo. Hasta el día antes de despertar, los médicos tenían claro que no iba a sobrevivir. Pero bueno, a lo que iba, que para recompensárselo a mi familia, nos llevaron lejos de Dinamarca, concretamente a Japón. Y luego empezamos a mudarnos cada semana...
-Cada semana!?
-Sí, en un año he estado en casi todo el mundo.
Pues vaya recompensa.
-Ya ves.
-Pero una cosa, no fue difícil estar una hora debajo de unos asientos?
-No. Todos estábamos demasiado ocupados pensando en salir vivos. Al principio creímos que los mellizos nos iban a delatar porque se pusieran a llorar o lo que fuera, pero los subestimamos. Tenían ocho años, así que entendieron a la perfección lo que estaba pasando desde el primer momento. No movieron un músculo en ningún momento. Además, ya os he dicho que mi hermana nos salvó la vida. No, lo que realmente fue difícil, fue ver a tanta gente morir delante de nuestros pies, por en parte nuestra culpa. Eso sí que fue duro. A los cuatro nos tuvieron que llevar a psicólogos.
-Y otra pregunta... por qué os querían matar a vosotros y no a cualquier otra persona?
Más lágrimas resbalaron por la mejilla de la chica.
-Porque...











Hola!
Que os parece el personaje de Úrsula?
Admito que no lo tenía del todo planeado, pero hace unos días con algunas amigas locas surgió una broma y nos estuvimos riendo como tres horas y ahora siempre llevo el nombre de Úrsula puesto en la mano jeje, y como ya tenía alguna idea de esto más o menos, pues lo terminé de encajar con esta chica.
Nos vemos pronto!

Que sé kárate de la tele (Cobra kai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora