La primavera de un cactus

Una nueva experiencia (Final)

Capítulo #24

-¡Buenos días familia!
No hay que ser experto para saber que esa que grita es Rosa. Son las ocho de la mañana.

Mi mamá abre la puerta, y Rosa le de un fuerte abrazo.
-Hola Rosita, bienvenida.

-Muchas gracias. Perdone la hora, pero cada vez que tengo que venir aquí me pongo tan feliz. No se sorprenda si un día vengo en la madrugada.

Mama asiente y sonríe.

-Amiga mía feliz navidad, año nuevo, reyes magos.

Nos abrazamos.

-Primero: quiero desayunar, segundo: quiero que te alistes porque nos vamos al salón de belleza a ponernos guapas, y si nos sobra tiempo pasamos por el centro comercial. Te invitaré a un restaurante a almorzar.

La miro confundida.

-Claro, ese es mi regalo de navidad para ti.

-Rosa, pero podemos ir otro día. No quiero que gastes tanto dinero.

-No empieces Eli -dice frotando sus sienes.

-No desaproveches esa oportunidad hija.

-¡Exacto! -exclama Rosa.

-Te prepararé algo Rosita.

—Muchas gracias Sr Esther.

Mientras Rosa, desayunaba Mercedes Y Elena bajaban a lo mismo.

-Sabía que estabas aquí, siempre llegas con un escándalo -Dice Mercedes sonriendo.

-Sabes que es algo que no puedo controlar. Oye, ¿ya te viste tu cabello?
Necesitas caer en las manos de un profesional.

Todos reímos.

-No he tenido tiempo -Responde Mercedes -El colegio me tenía ocupada.

-Eso no es excusa, quiero que estés lista en una hora porque iremos al salón de belleza.

Mercedes la miraba confusa.

-Rosa ha invitado a tu hermana al salón, y por lo que veo a ti también

-Solo mire su aspecto sr Esther, Mercedes merece un cambio de look urgente.

Volvimos a reír.

-Está bien, tú ganas, son oportunidades que no se deben desaprovechar.

-Claro que no.

Luego de una charla, pude notar a Rosa algo pensativa.

-Everything ok?

-Eli no entiendo inglés, siempre te lo digo.

-Que si todo está bien.

-A ustedes no puedo mentirles, son mi segunda familia.

Todas fijamos nuestra atención en Rosa.

-Estoy cansada de aparentar felicidad, cuando por dentro estoy muriendo. Cansada de fingir que todo está bien. Cada vez que quiero escapar de la realidad recurro al alcohol para sentirme mejor -Las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.

-Rosa hija mía, sabes que te amo -Dijo mi madre tocando su hombro -. Debes entender que sin Dios nunca serás verdaderamente feliz. Te entiendo y se que es difícil servirle a Dios, pero créeme que es la mejor desición que el ser humano pueda tomar. No te voy a mentir, el seguir qma Cristo demanda mucho, no es fácil, pero él promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. El mundo solo vive de apariencias, las drogas no dan felicidad, ni el alcohol, ni el dinero. No tienes que acostaste con alguien para sentirte amada o feliz. Porque no hay nada en este mundo que llene el vacío que solo puede llenar Jesús.