Capitulo 24

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•Melania•

—Voy a darme una ducha—anuncia y sin más se va dejándome ahí sola, voy de vuelta a la cocina, tomo la píldora lleno un vaso de agua y me la tomo.

Pero y este chico, ¿de que va?. Se a enojado por una simple tontería. Esta peor que yo cuando estoy en mis días del mes. ¿Quien se cree que es para darme la espalda de esa manera e irse?.

Lo más probable es que si le hubiera dicho a mi padre en donde me estoy quedando en realidad era capaz de venir hasta su puerta y reclamarle, llamar a mi madre para contarle que su hija de diecisiete años se queda a solas en un apartamento con un chico. Entonces sí que se hubiera armado la mala, mi madre es algo estricta y de un carácter fuerte, siempre quiere tener la última palabra en todo, se enoja si le respondo pero también si no le respondo y todo siempre es una discusión. Aunque la verdad es que a sido excelente madre siempre nos lo dio todo a mi y a Rose, y no era por consentirnos, ella nos decía que si queríamos algo teníamos que ganárnoslo.

Siempre estuvo muy al pendiente de nosotras mientras crecíamos, a diferencia de mi padre que se mudó de estado y muy pocas veces nos veíamos. Ambos son difíciles mi padre por querer darme una educación que no me dio cuando pequeña y mi madre por ser querer tener la razón y la última palabra en todo. Rose y ella chocaban mucho en ese aspecto las dos eran idénticas y aveces era un total caos por cual de las dos se quedaba con la última palabra. Lo bueno es que después siempre se arreglaban, mamá era la primera en ir a pedirles disculpas, el orgullo de Rose era mucho.

Dejo de pensar en eso para no abrumarme y decido en dirigirme a la habitación de Milton.

La puerta está abierta y me quedo ahí, viendo a Milton desasiéndose de su ropa, hasta que solo queda en unos bóxers.

En ese momento se gira y nuestros ojos se encuentran.

—Bueno, ya he confirmado que eres un completo idiota—es lo primero que digo

—Tu eres una mensa así que no te burles tanto—responde, me alivia saber que su pequeño enojo se a ido

—Ya, pero que yo sea una mensa que por cierto no lo soy, no quita el echo de que tú seas un idiota.—no he dado ni un paso a la habitación, me he quedado de pie en el marco de la foto.

—Seré idiota, pero este idiota—se señala a él mismo y mis ojos lo recorren por completo.Observó sus músculos,sus anchos hombros, sus bíceps que aunque no sean tan marcados se ven a simple vista, bajo la vista y veo la V marcada en su cadera, y en cómo se pierde bajo sus bóxers de tela ajustada— Está loco por ti— mis palabras ni llegan a salir porque ya en dos zancadas llega a mi y su boca se une con la mía.

Mi espalda queda contra la puerta, una de sus manos en mi nuca y la otra aprieta mi cadera. Su lengua se da paso a mi boca y no tardo en corresponder. Mis brazos se enrollan en su cuello para atraerlo más a mi.

¿En que momento los besos de Milton se convirtieron tan necesitados para mi sistema? Podría besarlo hora tras hora y aún así no me cansaría.

—¿Nos damos una ducha?—pregunta sobre mía labios

—No.—se separa un poco de mí para poder verme a los ojos— No voy a ducharme junto a ti.

—Pero que estupidez—resopla— Ya te he visto desnuda, estar en la ducha es lo mismo.

—No es lo mismo, Milton.—me defiendo—Ducharse es algo ya más íntimo.—me explico

—Y tener sexo es algo íntimo y aún así lo hemos echo.

—Pero eso es diferente—sus ojos me miran con confusión—Milton, bañarse es algo más privado, es como tu propio espacio.—lo más probable es que suene estúpido pero yo lo veo de esa manera

Trata De No Caer✔️[libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora