Capitulo 32

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•Melania•

Abro los ojos lentamente y siento como si en mis párpados hubieran dos bloques de ladrillo. El olor a limpio y cítrico llega a mis fosas nasales y no me cuesta caer en cuenta que estoy en un hospital.

Esto era lo que me faltaba, estar en un hospital y darle otra razón a mis padres para que me envíen a Australia.

Bravo, Melania lo estás haciendo de maravilla.

La habitación está en completo silencio pero se oyen voces afuera de la puerta. Miro la intravenosa qué hay en mi mano y la bata de hospital que llevo.

En ese momento la puerta se habré.

Y por unos pequeños segundos pensé que aparecéis Willem, pero no, no es así. En frente tengo a mi padre y a Eleanor con el doctor Milton.

—Melania, que bueno que despertaste. Llevas tres horas y media durmiendo.—me informa el doctor y ni gesto hago

La expresión en el rostro de mi padre está entre medio de la preocupación y decepción.

Porque su hija de diecisiete años a dejado de comer por un chico, un imbécil chico, pero claro él no lo sabe aunque sé que él junto a Eleanor se han dado cuenta de mi humor durante casi toda la semana pero aún así no me han reprochado nada.

—Les estaba comunicando a tu padre y a la señora Eleanor de tu estado.—dice el señor Milton mientras tiene en sus manos una tabla de esas que pinchas papeles, supongo que ahí estarán mis resultados o lo que sea— Tú cuerpo está débil y has bajado más de peso aunque no estas bajo peso ni nada parecido.—explica— Melania, tienes anemia que es deficiencia de hierro en tu cuerpo. El hierro en necesario para nuestro sistema es él que produce hemoglobina y al estar falta de él el oxígeno se complica para llegar al cerebro.— mi padre me mira pero desvía rápidamente la mirada para seguir escudando al doctor al igual que Eleanor que escucha atenta a cada palabra con la preocupación plasmada en su rostro— Pero no es grave este tipo de anemia, se puede manejar a través de buenas comidas saludables y que parte de ellas contenga hierro como también te recetaremos unas tabletas de hierro para que tomas dos al día, también tienes que tomar vitaminas. Así mandaremos tu cuerpo en un equilibrio sano.—termina de explicar sigo sin hacer algún gesto, solo mantengo mi cara neutral.

Esto me molesta a niveles altos.

Anemia que bien.

Y me molesta aún más que sea el padre de Willem quien me atiendo no porque no me agrade sino porque se parece demasiado a su hijo y eso hace que quiere insultarlo a él también.

Estoy en una puta camilla y en vez de preocuparme por mi misma pienso y me preocupo por Willem Milton. Ni se a molestado en venir.

Esto es irónico, me preocupo por alguien que no está ahí para cuando lo necesito. Porque lo único que quiero ahora es un abrazo de los suyos que me envuelva en sus brazos y me diga que está ahí y que todo irá bien.

El señor Milton explica otras cosas que no escucho ni les presto atención, dice unas cosas más y sale de la habitación junto con mi padre.

—Te traje algo de ropa.—dice Eleanor entregándome una mochila— Y algunas cosas de aseo.—me dice con su tono tranquilo como siempre aún no sé cómo está mujer me tiene tanta paciencia pero aún así lo agradezco.— Ah, ahí afuera hay un chico de ojos verde oliva que no sé a movido desde que te trajo.— me informa antes de dejarme a solas en esa habitación tan fría y blanca

Una enferme entra me quita la intravenosa y que da un así con agua justo con unas tabletas de hierro las tomo y ella sale.

Me voy al baño y cuando me veo en el espejo no le quito la razón a Jayden, enserio me veo mal muy mal. Tengo ojeras abajo de mis ojos, mi cabello echo un nido, y aunque tome esas tabletas aún así mi piel está pálida y en mis ojos se nota lo mal que estoy. Dejo de verme ya que no me gusta como me veo, tan triste.

Trata De No Caer✔️[libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora