Capitulo 50

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•Melania•

Faltaban tres días para el regreso a clases y que las pequeñas vacaciones de navidad se acabaran. Willem pasó cada día conmigo, junto a mi familia; mi abuela lo adora y bueno a mi abuelo podríamos decir que lo acepta aunque en algunas ocaciones se les veo hablando muy serios a ambos. Thom se llevó muy bien con Willem, pero Mamá no tanto. Llegue a la conclusión de que no es porque no le agrade si no, porque ella ve como me a ayudado Willem en tan poco tiempo, ella a su manera me a tratado de ayudar por cuatro largos años y entiendo si está frustrada o se siente inútil porque nada a dado resultado pero yo no fui la única que perdió a Rose, ambas somos diferentes y ambas lo tomamos de maneras distintas su perdida.

Había tomado mi decisión pero aún no sé lo he dicho a Milton. Porque cierta parte de mi no quiere dejarlo por completo, no quiero dejar de sentirlo, no quiero dejar de verlo y en definitivamente no quiero dejar de quererlo.

Esa última no podría pasar ni de aquí a diez años, no lo dejaría de querer. No dejaría de verlo como la persona que me enseñó a querer a alguien tan intensamente.

Pero...pero si me daba miedo la distancia, él no verlo durante días, semanas, meses o incluso años. Porque no tengo el tiempo exacto de cuando estaré completamente bien, para mi. Para él.

Mire a Willem, durmiendo plácidamente con su cabeza abajo de mis pechos y sus brazos a mi alrededor.

Este era de esos momentos en donde quería darle un stop y no dejar que la vida siguiera, porque sabía que en cuanto regresaríamos a Chicago las cosas serían diferentes.

Días atrás había abierto mi regalo de cumpleaños, me había quedado sin palabras.

Porque Willem Milton, consiguió bajarme el universo junto a las estrellas justo hasta mi habitación.

No de esa manera cuando nuestros cuerpos se juntan y están sudoroso y excitados. No fue así.

Aunque esa manera también me encanta.

Willem me había regalado un proyector circular de cristal puesto en una base que da vueltas e ilumina toda la habitación, la ilumina de estrellas entre pequeñas, grandes y algunas muy diminutas.

Simplemente perfecto.

Cada noche antes de dormir lo encendía y Willem se quejaba de que ahora no le prestaba atención cuando estábamos abrazados en la cama a la hora de dormir.

Amo cuando se comporta como un crío.

Esa parte de dormir en la misma habitación a mi abuelo no le agrada pero abuela le regaño y dije que se dejara de ser tan protector y que no se preocupara que aún no venían los nietos.

Willem se la pasaba en grande cada vez que mi abuela lo apoyaba, desde lejos yo junto a mi abuelo mirábamos mal a ambos.

*****

Desde ese día que Willem me vio en mi quinto ataque de ansiedad, desde ese día no había vuelto a intentar entrar a la casa de mi madre y desde ese día algo entre Willem y yo nos había unido aún más.

Nos entendíamos sin hablar. En ese momento entendí sus palabras uno de esos primeros días de clase.

"Es el tipo de amor más profundo, el que te hace necesitar a esa persona, que esté a tu lado en los momentos difíciles, que con tan solo mirarte a los ojos sepas si estás bien o no"

Esa pequeña oración éramos nosotros. Solo una mirada y ya sabíamos cómo estábamos, cómo entendernos, cómo querernos, cómo ser nosotros y dejar que de vez en cuando el mundo se nos olvidará cuando estábamos juntos.

Trata De No Caer✔️[libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora