•Willem•Al levantarme me doy una ducha rápida y me visto con ropa de hacer ejercicio.
Unos jogger para el frío, una camiseta y encima de esta una sudadera, calzó las zapatillas de correr y bajo a la cocina.
Sigo con la sencilla cadenita de Monroe, la parte blanca del Yin Yang. La había dejado en el apartamento y decidí usarla.
Matthew aún no baja y decido prepararme algo ligero para comer. Toda la casa está en silencio y por el ventanal de las puertas que dan a la parte de atrás la luz del sol entra iluminando todo.
Ya con mi desayuno voy hasta la terraza que está al frente de la piscina, el patio está perfectamente arreglado, las plantas en macetas todas acomodas, dando una vista agradable al igual que las palmas para dar un toque de verano cuando se usa la piscina.
Termino mi desayuno y cuando entro mi padre está terminando de hacerse una batida.
Sus canas ya sin notables y contrastan con su cabello castaño oscuro como el mío, mi padre es alto pero aún así le saco media cabeza con mis 1.88 de altura.
—Buenos días.—saluda—Tu madre de a despertado y dijo que tendríamos que venir a la cena. Más bien no dio opción.—corrige
—Buenos días. Cuando demanda las cosas se hacen a su manera.
—Así es. Por suerte Luca no se despertó, ese pequeño duerme como un tronco.—lavo mis trasteros y al terminar salimos de la casa.
—¿Aún duerme con ustedes?—pregunto, porque podría contar con mis dedos de una sola mano las veces que Luca a dormido solo en su propia habitación.
—Si. Dice que su cuarto es muy grande y que algo podría salir del armario o debajo de la cama en la noche.
—Ya crecerá.
—No digas eso enfrente de tu madre, si fuera por ella ninguno de ustedes hubiera crecido. Dice que han crecido demasiado de rápido.—caminamos por las calles de Chicago dirigiéndonos a North Avenue Beach.
—A Luca le falta demasiado para que crezca.
—El tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos, hijo.
Nos quedamos en silencio casi toda la hora en que hacemos ejercicio por la playa de vuelta e ida.
Pienso en Monroe y me doy cuenta de que siempre vamos a la playa para ver el atardecer y no hemos visto el amanecer.
Lo apunto mentalmente para después.
Cuando llegamos a casa Luca nos recibe corriendo, primero salta a donde papá y luego a mi.
Mira detrás de mi como si estuviera buscando a alguien, no tengo que pensarlo mucho para saber que está buscando a Monroe.
—No, Luca. No está.—lo subo a mis hombros y sus manos quedan en mi cabeza.
—¿Porque?— papá entra a la casa para prepararse y me encuentro a mamá preparando algo en la cocina.
—Porque son las ocho de la mañana de seguro estará babeando en la almohada. Además tu, ¿qué haces despierto tan temprano?—lo dejo en el suelo.
—Le dije que estabas aquí y quiso quedarse despierto hasta que volvieras con tu padre.—dice Helena—Te dije la palabra "dormir" no existe en su vocabulario.
—¿Podemos ir a verla y a Cinnamon?—pregunta el pequeño
—Le preguntaré pero para más tarde hoy tiene cosas que hacer.—recuerdo que hoy le toca ir a la biblioteca del centro pero aún así Luca quiere verla antes. Bueno tendrá que esperar.
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Trata De No Caer✔️[libro 1]
Roman pour AdolescentsMelania y Willem ,tenían que encontrarse si o si. Pero ellos más que nadie; sabían que los finales felices no eran para todos. Ambos sabían que las personas en algún momento se van, desaparecen, mueren o simplemente ya no quieren estar ahí. "Nos est...