Ya es domingo. Anoche oí llegar a Ian desde mi habitación, pero no estaba de humor para afrontar lo que había pasado el viernes por la noche. Sin embargo, hoy es el día de hablar.
Voy a la cocina donde Ian y Red se preparan el desayuno y, nada más verme, Ian se sonroja y mira al suelo durante prácticamente toda la mañana. Intento actuar con normalidad delante de Red y parece que Ian también, pero cada palabra que me dirige acaba quebrándose en su garganta. No voy a decir que no me resulta adorable.
Solo después de comer, Red decide que es hora de ir a apuntarse a nose qué academia de inglés, de forma que nos quedamos solos en el sofá. Justo cuando Ian se dispone a huir a su habitación, reúno el valor de abordar el tema.
-Ian... creo que tenemos que hablar.
Se da la vuelta sin atreverse aún a mirarme y vuelve a sentarse, esta vez a mi lado, pero antes de que empiece a hablar le interrumpo.
-Mira, no quiero que haya esta estúpida tensión entre nosotros, no tiene sentido. Admito que fue un error besarte, pero no importa que no te guste yo o los chicos en general... está bien si quieres seguir con tu novia, es tú decisión...
-Chris, yo... -me da la sensación por el tono de su voz de que no va a ceder tan rápido a la reconciliación, de modo que decido interrumpirlo una segunda vez.
-Resulta estúpido que por un beso tonto yendo borrachos, tengamos que estar un año entero con saludos y palabras incómodas... Tú me caes bien, podemos ser amigos ¿vale? Volvemos a empezar y arreglado.
-N...no creo que sea una buena idea... -al decir esto último, aparta más aún la mirada, pese a que parecía imposible.
Mierda, aún puedo insistir un poco más...
-Vamos... míralo por el lado bueno, gracias a mí has descubierto que prefieres a tu novia. -sonrío todo lo simpático que sé fingir. -De nada...
De pronto, y sin previo aviso, me mira fijamente y en esos enormes ojos verdosos solo puedo ver frustración.
-¡El beso me gustó! -al instante se sonroja y aparta de nuevo la mirada. -Y mucho... -añade con un hilo de voz.
-¿Q...qué? -eso sí que no me lo esperaba. -... ¿Y tu novia?
-Yo... no quería creermelo. Pero el estar con ella solo me lo ha confirmado.
-Bueno y... ¿Qué quieres hacer? -pregunto aun atónito, pensando que en cualquier momento me va a decir que está de broma... o me voy a despertar de un sueño.
-N...no lo sé, todo esto me da miedo. -de repente puedo ver como se forman las lágrimas en sus ojos y su expresión de completa confusión y desamparo me enternecen inevitablemente.
Casi sin darme cuenta, me acerco a él y le abrazo... quiero follármelo desde el instante en el que le vi, pero ahora siento también que necesito protegerle. Creo que es porque me recuerda a mí hace unos años, pero ahora no quiero recordar aquello.
-No tienes que tener miedo de lo que quieres... -entonces me doy cuenta de que él ha respondido a mi abrazo y sus manos se aferran tímidamente mi espalda.
En su caso y, gracias al poder seductor de su rostro dudoso y avergonzado, eso es suficiente para calentarme.
Le agarro con cuidado por los brazos, que todavía me rodean, y poco a poco, le obligo a bajarlos, haciendo que sus manos, que antes se cerraban en el centro de mi espalda, bajen despacio hasta mi cintura. Ian está petrificado y parece que solo quiere apartar su mirada de mí, pero no huye. Me acerco más. Nuestros torsos se juntan y puedo sentir su acelerada respiración.
ESTÁS LEYENDO
Todos mis Chicos (BL)
RomanceAdicto a los encuentros de una sola noche y con alergia a las relaciones serias, Cris conocerá a tres chicos que pondrán su mundo patas arriba y le harán replantearse todos sus valores...