Te Quiero

91 13 21
                                    


Son casi las doce de la noche cuando llego al recinto de la universidad, todo parece demasiado silencioso y desierto en comparación con cómo está durante el día. Cuando entro en el recibidor de la residencia me encuentro con que esta vez sí que hay vigilancia y decido llevar a cabo el meticuloso plan de pasar como si fuera lo más normal del mundo. Cara de póker.

-Buenas noches. -me desea el vigilante antes de que comience a subir por las escaleras.

-Buenas noches. -le correspondo y comienzo a subirlas intentando no reírme por la absurda suerte que acabo de tener. He venido aquí casi todos los días durante meses y debe de haberse quedado con mi cara como si fuera otro residente.

Llamo a la puerta y espero impaciente a que se abra. Del otro lado aparece de pronto un desconcertado Will en ropa interior que se sorprende visiblemente al verme.

-Sorpresa... -digo algo indeciso y él parece reaccionar.

-¿Qué haces borracho un lunes a las doce de la noche? -pregunta con el ceño fruncido.

-No estoy borracho... ¿Puedo pasar?

-Supongo... -responde con desconfianza y deja que entre mientras se pone unos pantalones cortos de chándal, pero nada más. -¿Qué quieres ahora? -su voz suena cansada e impaciente, como si le doliera mi presencia.

-Te dije que me dieras tiempo. -y le agarro de la muñeca para obligarle a sentarse a mi lado en la cama, esto parece molestarle un poco, pero no dice nada.

-Me sorprende que lo recuerdes con la borrachera que llevabas encima... -ahora su voz ya no suena molesta, sino triste, necesito parar un momento para serenarme antes de continuar hablando.

-Will... sigo echándote de menos. -mis palabras parecen hacerle cada vez más daño y no puedo esperar a decirle lo que tengo que decir, necesito desesperadamente que me sonría con ese aire seductor y caliente que podría derretir toda la antártida con un solo gemido y volverla a congelar tan solo con una mirada...

-Ya hemos tenido esta conversación, Cris... no sé qué pretendes conseguir con esto. -hace una pausa para mirarme a los ojos y por un instante me pierdo en esa azul y triste inmensidad. -Además ¿Para qué necesitas que te dé tiempo? ¿Para que sigas atormentándome? Solo quiero olvidarte de una vez, joder...

-Necesitaba tiempo para ser valiente... y por una vez lo he conseguido. -le digo acercándome más todavía y desafiando su tristeza y su enfado con una sonrisa dulce... sus ojos parecen apunto de desbordarse y sostengo su rostro entre mis manos con firmeza, obligándole a mirarme en todo momento.

-¿Valiente para qué...? -susurra profundamente triste y confundido mientras apoyo mi frente en la suya con cuidado, sin dejar que se escape de mí otra vez.

-Para decirte que te quiero, idiota.

Entonces sonrío, sonrío por todo el peso que acabo de quitarme de encima por fin, me siento tan liberado que podría perfectamente echar a volar...

Y Will... Dios mío. Aún sostengo su rostro con las manos, que siento como se humedecen por las lágrimas que están descendiendo por sus mejillas casi torrencialmente. Jamás habría podido imaginar que una persona podría ser tan bella mientras se deshace en llanto.

-S...si esto es una broma, Cris... pienso meterte la escoba por el culo. -me advierte llorando desesperadamente al mismo tiempo que suelta una carcajada melódica.

-Eso no suena tan mal... -entonces los dos comenzamos a reír estrepitosamente y cuando paramos, el llanto de Will cesa también, dejando su rostro ligeramente enrojecido y sus ojos grandes e increíblemente brillantes.

-Pues venga, a cuatro patas...

-Lo digo totalmente enserio Will, quiero estar contigo y con nadie más. -me tenso al oír esas palabras saliendo de mi boca y me siento de lo más extraño. Entonces su rostro parece querer volver a llorar, pero se contiene y me ataca de pronto un una mirada ansiosa.

-¿Y qué pasa con Ian y Red?

-Vengo de hablar con ellos... ha sido bastante horrible, pero ahora solo somos amigos...

-¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?- hace una pausa para mirarme de arriba abajo y aparta la mirada, aún algo indeciso. -No pienso dejar que me hagas daño, Cris.

Su desconfianza me llena de pronto de una ternura insoportable y me acerco para obligarle a que me mire a los ojos mientras soy sincero con él y conmigo mismo casi por primera vez.

-Lo supe desde aquél día que viniste a mi casa cuando estaba enfermo. Solo quería que te quedaras a mi lado, no quise darme cuenta de lo que eso implicaba, pero la necesidad de tenerte cerca para abrazarte en ese momento de debilidad era insoportable... Luego, cuando me dijiste que ya no querías verme... de verdad que hacía mucho tiempo que no me sentía tan perdido y desamparado... y cuando estaba borracho en esa discoteca, con tantos tíos con los que follar, me sentí más solo y vacío que nunca, solo quería verte. Las señales estaban más que claras, pero supongo que soy más cabezota de lo que pensaba.

Tras soltar todo eso, casi siendo consciente por primera vez de esas señales mientras las recordaba, Will se queda mirándome con las lágrimas inundando sus ojos, parece que no sabe qué decir, pero de pronto la tristeza y la incertidumbre se disipan y puedo ver cómo su rostro adopta una expresión serena, casi divertida.

-Bueno... ¿Vas a besarme de una vez o qué clase de declaración de mierda es esta? -pregunta indignado y, al fin, me deleita con esa sonrisa obscena y dulce al mismo tiempo, que me volvió loco desde el principio.

-Te quiero, Will.

Le recuerdo por última vez antes de acercarme a su sonrisa y besarle todo lo lenta e intensamente que puedo, sintiendo sus delicados labios y su húmeda lengua como si fuera la primera vez, y mordiendo su labio inferior al separarnos despacio.

-Yo también te quiero. -y me absorbe con su perfecta y preciosa sonrisa y su voz de lo más seductora.

No sé cómo acabará todo esto, pero lo único que sé es que ahora mismo me siento simple y estúpidamente feliz a su lado.


----------------------

FIN

----------------------





Todos mis Chicos (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora