29 - Arráncame la cabeza.

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(esté capitulo contiene un poco de lenguaje sujestivo, además de conductas subidas de tono que no deben ser imitadas ni aclamadas, se mostrará una escena de intento de abuso sexual y una conducta COMPLETAMENTE aberrante por parte del creepypasta Offenderman, leer con precaución si se es sensible a éste tipo de temas)

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— ¡No! De ningúna manera voy a acceder a eso — Reclamó la albina mirando a Slenderman molesta.

— Ésto es necesario, no viven en un lugar precisamente seguro, aún conmigo aquí, ellos necesitan aprender a defenderse — Excusó el ser alto, intentando razonar con la jóven.

— ¿Ahora estás haciéndo algo bueno por ellos?...como si te importará — inquirió ella.

— Sí me importa...— Su voz se volvió ligeramente más temerosa y sus manos temblaron mientras intentaba alcanzarla.

Ella odiaba eso. Le rompía el alma tener que lidiar con las dos facetas de el, porque había una con la que ella estaba furiosa y a la cual le temía, mientras que la otra le recordaba demasiado a Toby y le brindaba confort y seguridad.

Finalmente cedió y se giró hacía el, mirándolo con esa expresión cansada que parecía aumentar con cada día que pasaba.

El ser alto se acercó a ella y colocó su mano en su mejilla, encorvandose para quedar frente a frente con ella, sujetando su rostro entre sus manos.

— Me importa más de lo que creés — Murmuró el, pegando los labios de ella a su rostro en un beso.

Ella tembló ante el contacto y se sintió inmediatamente acorralada, tenía miedo y el lo notó rápidamente, separándose del contacto para quedarse frente a ella, aun sosteniendo sus mejillas con delicadeza.

— Lo siento — Se disculpó el, alejándose de la albina aún con sus temblorosas manos.

Musoke no dijo nada, se quedó completamente inmóvil y sintió su corazón saltar apresuradamente, le temía y le daba horor el si quiera pensar en volver a besarle.
Pero al mismo tiempo deseaba hacerlo, deseaba abrazarle y aceptar sus disculpas, sin embargo aquella parte lógica en su mente le gritaba que se alejará inmediatamente de el.

— ¿Necesitas ayuda para arreglarte? — cuestionó con voz suave.

Ella negó sin decir una palabra y le dio la espalda, esperando a que el se fuera.

— Iré a avisarle a los chicos sobre la decisión.

Finalmente el abandonó la habitación y ella se quedó en silenció mientras su mente volvía en sí y comenzaba a torturarla.

Apretó los dientes con fuerza y sintió sus encías sangrar, le hervía la sangre y se culpaba a sí misma de haber vuelto a caer en la boca del lobo. No podía odiarlo porque una parte de el se parecía demasiado a Toby y eso la enfureció, porque el no era Toby.

No se dio cuenta exactamente de en que momento golpeó el cristal y solo vió su puño sangrar ligeramente mientras levantaba la vista, observando su reflejó ahora fragmentado como un diamante.

Estaba furiosa, pero no podía darse el lujo de sentirse así...

Siempre parecía que los días felices eran los más cortos y aquellos días llenos de enojo y tristeza duraban demasiado.

— ¿Señorita? — llamó una voz carrasposa a la puerta, abriéndola poco después — Ya están aquí.

Musoke miró a Masky y asintió, observando la herida en su mano cerrarse.

𝕌𝕤𝕥𝕖𝕕𝕖𝕤 𝕝𝕠𝕤 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕣𝕠𝕤𝕠𝕤 { Slenderman }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora