34 - 𝔼𝕟𝕥𝕣𝕖 𝕝𝕒𝕤 𝕡𝕒𝕣𝕖𝕕𝕖𝕤

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Dio vueltas en la cama sintiéndose extrañada por la sensación de estar siendo observada, abriendo poco a poco los ojos mientras estiraba sus músculos para sentirse aun más cómoda, ajustándose a la falta evidente de luz, debía ser bastante tarde y aun así ella estaba despierta.

Busco con la mirada algo que pudiera decirle por qué no podía dormir y ahí sentado frente a la ventana se encontró con aquella razón, Masky. Suspiro aliviada al ver que solo se trataba de el y se sentó en la cama para hacerle saber que estaba despierta.

— ¿Te desperté? — cuestionó suavemente dirigiendo su mirada a ella.

— Algo así...— respondió con la misma suavidad, sonriéndole — ¿Tu nunca duermes?

— Si lo hago...pero solo puedo permanecer dormido por unas tres horas, nunca he podido dormir por mucho tiempo.

— Oh... ¿Qué hora es entonces?

— Probablemente la una y media.

— ¿Y piensas quedarte ahí mirándome dormir como un acosador todo el tiempo?

— Las veces anteriores no te había molestado. 

— No me molesta cuando estoy tan profundamente dormida que podrían quemar la casa y no me daría cuenta.

Masky soltó una risa ahogada ante su comentario y negó con la cabeza mientras suspiraba, poniéndose de pie y disponiendo a salir de la habitación para dejarla dormir tranquila, sin embargo, la voz de Musoke lo detuvo y el la miro aún con su mano en el picaporte.

— ¿Por qué no te quedas a dormir?

— Sabes que eso sería inapropiado.

— Ya te habías quedado aquí antes ¿lo recuerdas? Cuando me gritaste y descubrí lo mucho que te gustaba insultar — se burló la joven.

— No es necesario que me lo recuerdes y además, en esa ocasión tenía el permiso del amo y francamente no dormí nada esa noche.

— Claro que dormiste...despertaste super tarde y te enojaste porque la comida en la mesa era para Jeff.

Masky bufo molesto y se recargo en la puerta para quedarse charlando con la albina.

— Eso no es verdad

— Si lo es y ahora mismo deberías intentar dormir, aunque sea un poco.

— Ajá, dile eso a tus pacientes con insomnio.

— A ellos les dábamos píldoras.

— ¿Y me ves cara de tener alguna píldora para dormir aquí?

Musoke rio y se quedo sentada en la orilla de la cama mientras hablaba con Masky, la joven sentía que se estaba ganando la confianza del proxy y eso la hacía feliz, pues la situación con Erick estaba tensa y aunque tenía a sus hijos, para ella era más fácil decirle lo que pensaba a alguien que tenía un rango de edad similar a ella y comprendía las cosas que pasaban por su mente, después de todo, Masky también estaba relacionado con Slenderman de uno u otro modo.

Aunque aún así, el siempre parecía evitar decirle cosas respecto a el, pero esa noche en particular, parecía ser diferente.

— Ya lo recuerdo — Mencionó ella al azar entre la conversación, captando de inmediato la atención de Masky — Ella dijo que el efecto solo duraría unas cuantas semanas y yo volvería a olvidar de nuevo.

— ¿Ella? — Cuestionó

— Slenderwoman.

El mayor guardó silencio y dirigió la mirada a otra parte, no lo negaría, le interesaba tanto como a ella el saber quién era aquella mujer, pero Musoke no le había dicho nada sobre ella hasta ese momento.

𝕌𝕤𝕥𝕖𝕕𝕖𝕤 𝕝𝕠𝕤 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕣𝕠𝕤𝕠𝕤 { Slenderman }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora