16 - 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 𝑝𝑖𝑎𝑑𝑜𝑠𝑎 𝑦 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑠𝑢𝑟𝑎𝑑𝑎

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Su visión se sentía borrosa y su respiración pesada, ni siquiera podía creerlo ¿Como era posible? tenía uno de los tentáculos de Slenderman atravesandola completamente y aún así estaba de pie, respirando.
Si ella lo veía correctamente, le había atravesando el pancreas, parte del estomago e incluso creía que podía haberle atravesado el hígado.

Su vestido blanco se iba manchando poco a poco con la sangre que comenzaba a escurrir de la herida aún perforada.

Pero poco le importaba eso, lo que le importaba era el hecho, seguía viva, cuando antes se habría desmayado con el primer golpe, ahora había resistido un ataque directo y seguía en pie mirándo a Slenderman y a los proxies.

No lo creía, pero por cualquier milagro que fuese, al menos eso garantizaba que podía estar ahí para evitar que le hicieran daño a sus amigos.

— Musoke...— Le llamó Erick con incredulidad, aún palido, ni siquiera sabía realmente como reaccionar, viendo los pedazos de carne y viseras en el suelo.

A Jhon le dieron ganas de vomitar por la impresión y el asco que le causaba, no podía ni hablar debido al shock.

— Cállate y váyanse...— un poco más de sangre cayo de su boca y sintió escalofríos al pensar que estaba directamente desafiando a Slenderman — Váyanse y no vuelvan jamás.

— ¡No te vamos a dejar sola con esa cosa! — gritó esta vez Jhon, quien claramente estaba temblando y aun sostenía la cámara con fuerza.

Slenderman pareció odiar la idea de que lo grabarán y rápidamente Jhon se percato de que la cinta comenzaba a mostrar estática.

— ¡¡LARGUENSE DE AQUÍ AHORA!! — Su voz se alzó a un tono que ni siquiera sabía que podía hacer y solo fijo su vista en ellos, Slenderman no haría nada mientras ella estuviera en el medio — Si vuelven no regresarán a casa nunca. 

Ambos chicos la miraron en shock, pero pronto cayeron en cuenta de la pocisión en la que estaban y que lo único que se interponia entre ellos y aquel ser alto era aquella delgada joven herida que no podía hacer más que suplicarles para que se fueran.

Pareció una eternidad el ver como Jhon volvía a poner a Erick bajo su hombro y comenzaban a descender de nuevo, con lentitud y pavor, mirando siempre hacía atrás con el panico constante que Slenderman estuviera ahí.

Miraron una última vez a la joven y Jhon no pudo evitar querer decirle algo más, quizás le habría dicho que la amaba, pero los labios de Musoke se movieron en un diminuto movimiento. 

Un "no" demasiado frágil y triste.

Un "no" que realmente si quería escuchar lo que tuviera que decir, pero por la situación, no podía.

Los vió desaparecer en el camino y vió su esperanza de escape irse junto con ellos, sintiendo como finalmente Slenderman retiraba el tentaculo de su cuerpo, sintiendo un horrible vacío y un dolor inmenso en donde había quedado la herida.

— Lo siento — Murmuró Musoke aún temblando, cayendo al suelo finalmente debido a sus piernas temblorosas. 

Slenderman avanzo unos pasos hasta querdarse frente a ella e inclino la parte superior de su cuerpo para verla claramente. 
Para hacerle saber cual era su lugar.

— Creí que ya no darías problemas, pero cada vez que parecemos avanzar vuelves a arruinarlo todo ¿Cuando aprenderás? — Cuestionó el alto ser mirándole, su tono de voz indiferente y sus manos posadas tras su cintura, denotando que no le ayudaría a levantarse.

Su mirada se apagó y apretó los dientes con furia mientras que las lagrimas amenazaban con salir, sabía que Slenderman era muy capaz de mandar a sus proxies a matar a sus amigos, que ella no era nada contra él, pero estaba furiosa y eso fue suficiente para levantarle la voz.

𝕌𝕤𝕥𝕖𝕕𝕖𝕤 𝕝𝕠𝕤 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕣𝕠𝕤𝕠𝕤 { Slenderman }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora