30 - Te voy a arrancar la cabeza.

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— Vamos a ver que tan resistente eres entonces — Escupió Offenderman. 

De un segundo a otro, el horripilante monstruo alzó sus tentáculos en el aire y se precipitó hacía Musoke con las manos extendidas y los colmilos apretados en una sonrisa cruel.

La albina reaccionó rápidamente y se lanzó hacía atrás protegiendo a Natalie con su cuerpo.
Pero el era mucho más rápido de lo que ella pensaba y se distrajo en esquivarle sin percatarse de que sus extremidades se preparaban para acertarle un golpe en las costillas.

Su espina crujió ante el fuerte impacto y la pared mohosa de la cabaña termino por ser destruída cuando golpeó contra ella, acabando sobre la helada tierra del bosque, con pequeñas heridas que se cerraban tan rápido como su nuevo metabolismo le permitía.

Ella se incorporó rápidamente y le miró molesta, sosteniendo su costado con dolor.

— Ah, no se equivocó, si aguantas bien los golpes — río malicioso el ente.

El contrario se apoyaba de la madera rota y avanzaba lentamente hacía ella, dispuesto a dar una pelea.

— ¡Amo! — gritó Natalie corriendo hacía las escaleras, observando como los hermanos se encontraban bajando las mismas — ¡Offenderman está peleando con Musoke! 

Aquellas palabras tomaron desprevenido al ente de traje negro, quién bajo juntó con Trenderman hasta la estancia, para encontrarse con una escena bizarra de su esposa siendo sometida por el monstruo de sonrisa morbosa.

Pero antes de que el pudiera entrar e intervenir, la albina logró quitárselo de encima con un un fuerte rasguño en donde debían estar los ojos del contrario, quien solo se llevó las manos a la cara con molestia.

— ¡Maldita perra! — exclamó lanzando sus tentáculos a ella.

Uno de los tentáculos le atravesó el brazo y al tenerla bien sujetada procedió a lanzarle contra un árbol, logrando dejarla aturdida por unos segundos.

Masky y Kate reaccionaron inmediatamente e intentaron acercarse para romper la pelea, sin embargo Slenderman los detuvo antes de que pudieran hacer algo.
Ellos le miraron confundidos y sus preocupaciones aumentaban al ver como el mayor se acercaba de nuevo amenazante hacía ella.

Offender se encorvo una vez estaba ella sobre sus pies y le tomó del cabello, levantandole la mirada.

— Clásico de una mujer, no puedes hacer nada si no está tu esposo para defenderte ¿eh?

— Eres un bastardo — Musitó ella, quejándose ante el agarré.

Su cuerpo se contrajo al sentir que el le tomaba del cuello, haciéndola jadear se dolor, intentando recuperar el aire.

— Señor — Le llamó Masky preocupado, mirando a su amo con impotencia.

— Aún no Masky.

El no tenía opción, simplemente no podía desobedecer a su amo de esa forma y solo rezó internamente porque Musoke logrará salir de la situación de alguna manera.

Y cuando menos lo espero sintió a su costado un empujón, mirando en shock como Jeffrey corría con un cuchillo en mano a la dirección de la albina.

El pelinegro no perdió el tiempo y con un buen impulso logro saltar hasta la espalda baja de Offenderman, levantando el acero con toda su fuerza para clavarlo en su columna, provocando inmediatamente que el soltará a Musoke.
La jóven cayó al suelo respirando agitada, completamente anonadada por ver a Jeff defendiendola de aquel cruel monstruo.

Y no pensaba dejarlo sin ayuda.

Una vez logró tomar aire volvió a ponerse a la defensiva.

— ¡Jeff salta! — Le ordenó ella.

𝕌𝕤𝕥𝕖𝕕𝕖𝕤 𝕝𝕠𝕤 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕣𝕠𝕤𝕠𝕤 { Slenderman }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora