𝕌𝕤𝕥𝕖𝕕𝕖𝕤 𝕝𝕠𝕤 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕣𝕠𝕤𝕠𝕤 { Slenderman }

6 - ᴍᴀsᴋʏ

La noche avanzaba a un ritmo lento e inquieto. A pesar de lo agotada que estaba, Musoke apenas podía mantenerse dormida por un par de minutos seguidos, media hora parecía mucho en ese momento y cada vez despertaba más y más frecuentemente.
Parecía que cuando su mente lograba relajarse, volvían las imágenes de los rostros decepcionados de sus padres, su mejor amiga y la discusión con Jhon; en dónde él le gritaba demasiado fuerte en el oído mientras ella lloraba, pesadillas demasiado crueles.

Durante uno de esos sueños en los que se despertó de golpe, Musoke se arrastró a si misma fuera de la cama y salió de la habitación con cierto pánico.

Hubiera deseado que Slenderman se quedará a pasar la noche, aunque sea un poco, la habría hecho sentir más segura.

Suspiró pesadamente mientras cerraba la puerta a sus espaldas y se quedaba de pie sintiendo el aire frío que salía del hueco en la esquina de la casa.
Por un momento se sintió reconfortante, pero luego sintió que sus huesos se congelaban y opto por ir a buscar al proxy que había conocido hacía unas horas.

Sin embargo, se encontró con que el pobre muchachito castaño ya se había ido de nuevo a la intemperie del bosque, la albina se preguntó si es que no dormía o de algún modo se las arreglaba para mantenerse despierto durante esas horas.

Ella por su parte solo pareció sentirse más cansada al pensarlo y decidió volver a la cama para otro intento de descansar, después de todo, debía limpiar y acomodar todo para mañana temprano, justo como Slenderman pidió.

Sería una noche larga...

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Cuando volvió a despertar se encontró a si misma en un ambiente demasiado calido, apenas habrían pasado unas pocas horas y ya había amanecido, ya no se sentía cansada en realidad, pero al levantarse tampoco podía creer lo que había sucedido el día anterior.

No creía que todo eso hubiera pasado, pero el dolor en sus rodillas, los rapones y cortes en su piel, incluso el vestido blanco que llevaba puesto...todo le indicaba que aquello no había sido un sueño.

Y era hora de comenzar sus deberes.

Al levantarse sintió el dolor en los pies y su cuerpo entumecido, realmente no quería salir de la habitación, no sabía que le esperaba fuera de ese cuarto y no sabía si quería saberlo en realidad.

Y fue por eso que se encontró gratamente sorprendida cuando Toby entró en la habitación con una sonrisa, sin ese bozal y los googles, solo él.

— ¿Puedo pasar? — cuestionó mirándola

Musoke asintió dirigiendole la misma sonrisa cálida.

— Eso no se ve m-muy bien — mencionó acercándose a la orilla de la cama, moviendo sus manos intranquilamente — D-Déjame vendarte, será más cómodo p-para tí.

— Gracias Toby — se volvió a reclinar en la orilla de la cama.

Él por su parte se arrodilló en el suelo y sacó de su chaqueta un par de vendas algo descuidadas y sucias. Sin embargo era mejor que nada.

— ¿No ha llegado el invitado de Slenderman?

— ¿Ah? N-No, Masky l-lo traerá más tarde, si no puede con él, y-yo tendré que interferir...