La situación que vivían los Suppasit había comenzado hace dos meses atrás con una fatídica llamada, Gulf fue uno de los últimos que se enteró, pero cuando lo hizo salió en busca de su esposo, dirigiéndose a la comisaria dónde se estaba llevando el caso, cuando llegó se encontró con toda la familia de Mew allí y estos le confirmaron lo que ya sabía, Kanya y Thorn habían tenido un accidente.
Los más afectados eran los señores Suppasit y los Thanas padres de Kanya, Bosston el otro hermando de su marido y Samantha o Sammy como todos la llamaban, esposa de Bosston y hermana de Kanya; él al ver la escena que tenía delante de sus ojos, solo se recostó en una de las paredes y espero a que apareciera Mew.
Él cual no tardó en hacer acto de presencia saliendo de una de las oficinas, junto a él venia un oficial que imagino era el encargado del caso y sin decir una palabra se aproximó hacia ellos sin dudar, él estaba en ese lugar solo por su esposo.
—Mew...— Lo llamo cuando estuvo cerca recibiendo como respuesta un abrazo necesitado de su marido.
—Thorn está muerto Gulf... él y Kanya murieron en el acto—. Le dijo el castaño en voz baja derramando algunas lágrimas en los hombros del pelinegro.
—Una patrulla lo escoltara, si gusta el señor puede acompañarlo, en cuanto esté listo lo espero en la entrada para irnos—. Intervino el policía dejando a Gulf un poco confuso.
—Está bien, déjeme hablar con mi familia y decirles lo que paso luego me puedo ir con ustedes a reconocer los cuerpos—, respondió Mew limpiándose las lágrimas aclarándole a su esposo lo que tenía que hacer.
—Iré contigo—. Se ofreció de inmediato Gulf entendiendo que en esos momentos el castaño era el único que se había mantenido sereno y que debía encargarse de los trámites.
—Gracias bebé—. Le dijo Mew con un intento de sonrisa tomándolo de la mano para enfrentar al resto de los presentes.
Gulf no soltó su mano en todo el trayecto, ni siquiera cuando le dio la noticia a sus padres y su mamá termino desmayándose en los brazos de su otro hermano, o cuando su papá se quedó en blanco sin decir nada y mucho menos cuando Sammy comenzó a culparlo del accidente, por según ella mandar a Thorn a buscar un contrato.
Estuvo con él cuando fueron a la morgue y reconocieron los cuerpos desfigurados de Thorn y Kanya, estuvo a su lado sosteniéndolo como si no hubiera mañana cuando en la privacidad de su auto por fin se desahogó, llorando como un niño pequeño desgarrándole el alma, no soportaba ver a su esposo sufrir, pero no podía hacer nada para evitarle el dolor que en esos momentos estaba sintiendo, ya nadie podía hacer nada.
Al cabo de un rato Mew se despegó de él y le pregunto: —¿Puedes ir por la niña?, todos los demás están demasiado conmocionados como para verla y no armar una escena.
—Amor no creo que sea buena idea, no he estado a solas con ella desde hace mucho tiempo, no sé si le agradará mi presencia.
—Lo sé Bii, pero son sus padres los que murieron, necesita un rostro conocido para poder desahogarse, aunque el policía que me atendió me dijo que está bastante tranquila—. Le dijo el castaño mientras se limpiaba los restos de lágrimas sobre su rostro.
—Creo que es normal, aún es una niña y a lo mejor no ha entendido lo que está pasando de verdad; iré y me quedaré con ella, llámame si me necesitas, no importa que sea para una tontería, te amo y estaré contigo para lo que sea, apóyate en mí, no me dejes de lado—. Estuvo de acuerdo por fin el pelinegro, al ver lo preocupado que estaba su esposo y pensando en la pobre niña que estaba sola porque ninguno de los otros miembros de la familia había caído en cuenta de su existencia por estar tan metidos en su propio dolor.

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Ya No Somos Solo Dos
Ficción GeneralMew y Gulf Suppasit eran un matrimonio exitoso que habían logrado las metas que se habían propuesto y habían trabajado duro para ello, nada de lo que tenían era regalado o lo obtuvieron fácilmente. Y en esa perfecta vida, llena de lujos, contratos...