Un Viaje Al Pasado Parte 1
La primera vez que Thorn y Kanya se vieron supieron que serían el uno para el otro, se conocieron a través de sus hermanos mayores cuando Samantha presento a la familia de su novio Bosston, en ese momento comenzaron a verse fuera de las reuniones familiares hasta convertirse en novios oficiales, ambas familias estaban encantadas tanto así que Kulap les había preguntado jocosamente que si no tenían una prima para su hijo menor Mew.
Ante ese comentario todos rieron por la ocurrencia de la mujer excepto el involucrado que para ese entonces contaba con apenas 12 años; el castaño odiaba a las novias de sus hermanos ya que al compartir los tres habitación muchas veces lo sacaban de la misma y no lo dejaban estudiar en paz, el niño ya no recordaba si las chicas se iban a su casa en algún momento del día ya que estás se la pasaban metidas allí día y noche.
Los primeros en graduarse de la secundaria fueron Bosston y Samantha, el mayor de los Suppasit había aplicado a una universidad buscando una beca deportiva la cual no consiguió por no tener el promedio requerido.
Así que lo dejo de lado y no siguió intentándolo, consiguiendo trabajo en un taller mecánico en donde la paga era muy buena y el seguro médico que le ofrecían era de lo mejor, su novia Sammy como todos le decían tampoco siguió estudiando y termino siendo camarera a tiempo completos de uno de los tantos restaurantes que adornaban la bulliciosa ciudad de Bangkok.
Por su parte Thorn y Kanya no le pusieron mucho empeño a los estudios tampoco, a duras penas y lograron graduarse de la secundaria, debido a que desde que tenían 16 ambos habían comenzado a trabajar en un pequeño negocio de envíos en donde estaban completamente cómodos, tenían buena paga, los horarios no eran tan complicados y fueron ascendiendo en los puestos a medida que pasaba el tiempo, ellos ni siquiera hicieron el intento de aplicar a una universidad ¿Para que? Si ya tenían trabajo seguro.
Era una buena época para los Suppasit y los Thanas, no eran los más ricos pero tenían el suficiente dinero para vivir cómodos, sus hijos eran parte de los proveedores de cada familia así que tenían buenos ingresos para vivir bien, pero las cosas se pusieron un poco cuesta abajo cuando Kanya y Thorn cumplieron los 22 años ya que perdieron su trabajo porque el dueño se vio en la necesidad de pasarle la empresa a sus hijos, ya no se sentía bien de salud para continuar, con lo que no contó fue que estos decidieran venderla ya que ninguno tenía el tiempo para manejarla porque cada uno tenía su propio negocio; dejando a muchas personas desempleadas.
En aquel entonces Thorn se la pasaba los días revisando los periódicos buscando un nuevo trabajo, ya había ido a varias a entrevistas en donde prometían llamarle pero no lo hacian, porque lamentablemente para los trabajos que aplicaba se necesitaba experiencia o un cierto grado de instrucción que el no cubría, Mew lo veía agobiado por no conseguir nada y por ello una tarde decidió ofrecer su ayuda.
-Si quieres puedo hablar con el encargado de la empresa en donde trabajo- viendo como venía derrotado de una nueva entrevista.
-No te molestes yo no trabajaría para esa empresa aunque me pagarán todo el dinero del mundo, Mew tengo 22 años y no voy a trabajar de perrito faldero llevando documentos de un lado a otro porque me lo pida un jefe, no gracias ese trabajo no es para mi- le respondió Thorn desmereciendo el trabajo de su hermano menor.
-Ni siquiera se porque te lo dije- le dijo Mew antes de salir de la casa, él no podía ser amable con ninguno de sus dos hermanos ellos nunca tomaban en cuenta sus opiniones.
Tanto Thorn como Kanya no volvieron a encontrar trabajo estable, se habían mantenido haciendo trabajos temporales como repartidores de pizzas, barman en bares, trabajadores en las cocinas de restaurantes de comida rápida, entre otros trabajos simples; eran jóvenes y mientras tuvieran dinero para darse sus gustos y disfrutar su juventud les iba bien.
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Ya No Somos Solo Dos
Ficción GeneralMew y Gulf Suppasit eran un matrimonio exitoso que habían logrado las metas que se habían propuesto y habían trabajado duro para ello, nada de lo que tenían era regalado o lo obtuvieron fácilmente. Y en esa perfecta vida, llena de lujos, contratos...