Un Viaje Al Pasado Parte 3
Un día como cualquier otro Mew estaba esperando que el profesor llegara a clases, era la primera semana de inicio de semestre por lo tanto era normal que algunos profesores llegarán tarde; estaba cursando el séptimo semestre de la carrera de negocios ya solo le faltaba un año y medio para terminar la universidad y comenzar a trabajar en serio ejerciendo la profesión por la cual había luchado todos esos años, muchos de sus compañeros tenían miedo de dar el siguiente pasó después de la universidad pero no así él, que estaba listo para comenzar a trabajar de lleno en la empresa que le había dado la oportunidad.
Estaba distraído viendo su teléfono, cuando se percato de la llegada de un hermoso y divertido pelinegro que no había podido olvidar después de haber tenido sexo con él dos noches atrás.
Todo había sucedido cuando fue a una de las fiestas de iniciación de los nuevos estudiantes después de salir del trabajo por la insistencia de algunos amigos; en realidad no puso mucha resistencia cuando estos fueron a proponerle el plan para la noche ya que no quería volver temprano a casa y ver a sus hermanos con sus cuñadas representando a la familia perfecta junto a sus padres, el ansiaba que llegara el momento de tener mejores ingresos y poder rentar un pequeño departamento para el solo.
El se había encontrado con Gulf en la barra del bar mientras pedía una cerveza, el pelinegro había chocado con el casi derramando su bebida sobre su camisa; ambos se habían disculpado por estar distraídos y desde allí se quedaron juntos el resto de la noche, fue simplemente cuestión de tiempo que completamente borrachos terminara en el baño metiéndose mano.
Gulf se restregaba contra su erección mientras besaba y chupaba su cuello, el solo amasaba su trasero apretándolo para que hubiera más fricción entre ellos, hasta que le susurro al oído que debían buscar un lugar más privado porque pretendía hacerlo gritar esa noche.
Después de esa palabras Mew tenía vagos recuerdos de lo que había pasado, solo sabía que había salido del baño cargando con el pelinegro que se aferraba a el con las piernas enrrolladas en su cintura; al día siguiente había despertado en un motel barato solo y como único recuerdo de lo que había pasado unos bóxer rotos al borde de la cama.
No lo había vuelto a ver después de esa noche y aunque el se moría por volver a verlo tampoco lo había buscado, pero allí estaba frente a el ingresando al mismo salón de clase y a punto de sentarse delante de él, al terminar la clase Mew lo acorraló contra su asiento antes de que se levantará y saliera del salón.
-Hola hermoso.
-¿Te conozco?- pregunto Gulf haciéndose el desentendido.
-Entonces aplicaras la técnica del olvido- se burló el castaño al verlo bufar por saberse descubierto.
-Solo fue un polvo de una noche y ni siquiera fue el mejor que he tenido, así porque no mejor te quitas del medio y me dejas salir.
Y así se alejo contoneando su trasero, dejando atras a un sorprendido castaño que había sonreído aceptando el desafío, ese hombre iba a ser para él.
Desde ese día ambos se la pasaban discutiendo en clases, Gulf había maldecido al castaño más veces de las que podía contar haberlo hecho en su vida, pero igual habían terminado más veces en la cama teniendo sexo apasionado de las que le gustaría admitir.
Mew Suppasit se había convertido en su droga y ya estaba adicto a él, tanto así que lo había hecho conocedor de su condición de doncel, ellos eran muy compatibles en la cama y desde que se había enrrollado con el no se había acostado con nadie más; muchas veces había tenido que romper la ilusión de hombres con lo que se acostaba una sola vez alegando que no quería tener ningún novio y que si estaba con ellos era solo para quitarse las ganas, el no estaba para estar recordando aniversarios ni para estar saliendo a citas, y menos tener que explicar que no había podido asistir a su cumpleaños porque estaba trabajando horas extras en la empresa que le había dado la oportunidad sin que estuviera graduado, Jackson el dueño de la misma era exigente y quería la excelencia de sus trabajadores así fueran el eslabón más bajo de la pirámide.

ESTÁS LEYENDO
Ya No Somos Solo Dos
General FictionMew y Gulf Suppasit eran un matrimonio exitoso que habían logrado las metas que se habían propuesto y habían trabajado duro para ello, nada de lo que tenían era regalado o lo obtuvieron fácilmente. Y en esa perfecta vida, llena de lujos, contratos...