La mañana siguiente Mew y Gulf volvieron a llevar a Lamai al colegio, pero esta vez después de desearle que tuviera un excelente día se dirigieron a la oficina de la directora; estaban atrasados para irse a sus trabajos pero no les importaba, en esos momentos lo más importante era la seguridad de su pequeña niña.
Tuvieron que esperar unos minutos a que la secretaria los hiciera pasar con la directora y Gulf no pudo dejar de notar que la mujer estaba muy diferente a la que había conocido cuando inscribió a Lamai en la institución, se le notaba que se había hecho un mal trabajo de botox en su cara porque su expresión estaba estática.
-Yo sé porque querían hablar conmigo, ayer recibí demasiadas llamadas de padres de familia quejándose por la mujer que se acercó lo suficiente como para que su hija de sintiera amenazada- comenzó hablar la mujer.
-Escuche directora- hablo Mew -Pago una gran colegiatura para que mi hija este segura, ¿Cómo permitieron que esa mujer se acercara tanto?, Se supone que es un colegio seguro, les estamos confiando a nuestra hija y ni siquiera una llamada para contarnos sobre el incidente tuvimos que enterarnos por ella.
-¡No pudo dormir ayer en la noche!, Tenía miedo después de ver a esa mujer y no sabíamos nada, se supone que hay guardias en la entrada ¿Porque no hicieron nada?- completo las declaraciones Gulf que estaba igual de molesto.
-Señores Suppasit, tengan plena confianza que ya hemos tomado las medidas necesarias para que esté incidente no vuelva a ocurrir, nuestra prioridad es la seguridad de los niños, queremos que los padres se sientan seguros cuando dejan a sus hijos con nosotros- respondió la mujer manteniendo la sonrisa en su rostro la cual sospechaba el pelinegro se debía más al botox que a de verdad quería sonreir- Quiero que sepan que hemos aumentado la seguridad, también hemos pasado el reporte a la policía, les daré el número de la denuncia si así lo desean.
Terminó la conversación la directora era todo lo que ella podía hacer como responsable de la institución así que no podían pedirle más nada, se confirmarían con que habían redoblado la seguridad y esperando que el incidente no volviera a ocurrir; media hora después el castaño dejaba a Gulf en su trabajo.
-Llamaré a Sunan- dijo el pelinegro antes de bajarse del auto viendo la hoja con el número de la denuncia que le había dado la directora -Creo que tiene amigos en el alto mando de la policía.
-Yo puedo llamarlo si no quieres hacerlo tu- se ofreció Mew tomándolo de la mano sabiendo lo difícil que era para su esposo volver hablar con su padre.
-No, está bien lo haré yo, Bass me pidió que hablara con él... Quizás si haya logrado recapacitar, solo espero que me ayude.
-Sabes que cuentas con mi apoyo en lo que quieras hacer- beso su mano el castaño regalándole una sonrisa.
Gulf se la correspondió acercándose para darle un beso corto, para luego bajarse por fin del auto e irse a la oficina; allí lo esperaba una impaciente Pineare que tenía varios pendientes que necesitaban de su atención, parecía que el trabajo nunca se acababa para él, siempre había algo nuevo que analizar.
-Tu nuevo asistente llega mañana, estaré de luna de miel por dos semanas... Pero puedes llamarme si necesitas alguna información, esperemos que no sea necesario y que Firts pueda hacer bien su trabajo- le dijo Pineare terminado de entregarle las carpetas.
-Tu tranquila escogimos al mejor candidato que encontramos, no te estaré llamando durante tu luna de miel si surge algo ya vere como lo resuelvo, yo sé muy bien lo que se hace en la luna de miel y créeme me maldeciras si llego a llamarte, así que tú encárgate de disfrutar que yo me las arreglo aquí.
Con esas palabras la mujer regreso a su puesto para seguir colocando todos sus pendientes al día, no quería dejar ningún cabo suelto cuando su reemplazo llegara, quería que todo fuera perfecto para Gulf y no tuviera ningún problema en su ausencia.
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Ya No Somos Solo Dos
General FictionMew y Gulf Suppasit eran un matrimonio exitoso que habían logrado las metas que se habían propuesto y habían trabajado duro para ello, nada de lo que tenían era regalado o lo obtuvieron fácilmente. Y en esa perfecta vida, llena de lujos, contratos...