Monster Hunter: The Hunters Wrath

Capítulo I: El principio del camino.

El continente Midland es uno de los muchos que hay en el mundo. Al igual que el resto este está habitado por una gigantesca población de humanos pero hay otra especie que domina esta región. Los nativos los llamaron "Monsters" y se cree que habitan el continente mucho antes que los humanos aparecieran. Hay una gran variedad de especies de dichas criaturas, mucho son pacíficos y otros son un tanto más violentos. Al principio todo iba bien y ambas especies coexistían entre sí a su modo pero el número de Monsters comenzó a dispararse y se volvieron imposibles de controlar. Atacaban a los humanos, destruían aldeas y volvían peligroso el salir de las guarniciones. Ante esta situación se crearon los Gremios de Cazadores. Cada vez que ocurría algún problema relacionado o no con los Monster se realizaba un encargo y se pagaba un crédito usado para recompensar a quien lo completara. Los encargados de realizar estas misiones se les llamaron Hunters. Un Hunter toma un encargo, lo cumple y recibe la recompensa, sencillo ¿no? Los encargos de caza se empezaron a volver muy complicados pues las armas convencionales no tenían efecto sobre los Monster más grandes y poderosos, eso hasta que alguien descubrió que se podían crear armas y armaduras con partes extraídas de los Monster derrotados. En poco tiempo estas gigantescas criaturas dejaron de ser una amenaza para las personas y muchos más se convirtieron en Hunters buscando fama y fortuna.

HACE 15 AÑOS:

La aldea Pokke, una estancia muy segura para los cazadores cansados que buscaban una bebida y un sitio donde dormir. Una niña pequeña corre a su casa con una cesta de hierbas que le había pedido su padre, su hermana mayor le acompañaba.

-Kaede: Date prisa Yami o papá nos regañará.

-Yami: ¡Ya voy! ¡Ve más despacio!

Las dos pequeñas corren hasta la casa dónde su padre las espera.

-Kaede: ¡Mira papá! Conseguí todas las hierbas que me pediste.

-Padre: Muy bien Kaede, estoy muy orgulloso de ti.

-Yami: ... -agacha la cabeza-

-Padre: También estoy orgulloso de ti Yami, también eres mi querida hija.

-Kaede: Papá ¿podemos ver cómo trabajas?

-Padre: Claro cariño.

Ambas observan a su padre mezclando hierbas para crear un líquido verde de aspecto brilloso. El trabajo de este sin duda alguna despertó una pasión en sus hijas. Inmerso en su trabajo el hombre se detiene al escuchar mucho ruido en el exterior. Abre la puerta y se encuentra una escena deplorable, todos en el pueblo corrían despavoridos llevándose cuanto podían.

-Padre: ¡Oye! -dice dirigiéndose a un aldeano- ¿Qué sucede?

-Aldeano: ¡Nos atacan los Monster! Huya mientras pueda doctor.

El preocupado padre entró en la casa y sin importarle el resto cargó a su hija pequeña en sus brazos y tomó la mano de la mayor.

-Kaede: ¿Qué sucede papá?

-Padre: Tenemos que irnos cariño, no te preocupes todo saldrá bien.

Con sus dos hijas salió corriendo de la aldea ahora en llamas. En medio de su huida un monstruo descendió del cielo y se detuvo frente a él mirándolo fijamente. Tenía la apariencia de un dragón alado con una mirada terrorífica. Pensando en sus dos pequeñas huyó lejos de ahí, bajó a su hija y la dejó con su hermana mayor dentro de un sótano fuera de una casa.

-Padre: Yami, prométeme que cuidarás a tu hermana menor.

-Yami: ¿Qué harás papá?

-Padre: No temas, regresaré antes de que te des cuenta cariño. Cuida de tu hermana pequeña hasta que vuelva.