Capítulo XVIII: Misión de escolta.

11 8 0
                                    

Amatsu se lanzó contra el grupo como un pez volador embistiendo a todos. Una vez que se recuperaron Kirei desplegó sus alas y empezó a golpear al Dragón Anciano en el aire esquivando sus mordidas. En el suelo Hagdiel le apuntaba al enemigo con un de sus brazos extendidos.

-Hagdiel: Por favor que no sea yo quien falle.

Una esfera de fuego en concentración salió disparada hacia Amatsu quien no pudo esquivarla y cayó al suelo por la explosión resultante en su cabeza.

-Kirei: ¡Bien! ¡Ahora!

Reiko empuñó una Espada Pesada de un material metálico muy raro y de un salto la dejó caer sobre los cuernos de Amatsu, mas no fue suficiente.

-Reiko: Maldición...

Un poco aturdido aún el monstruo da un placaje con el costado de su cuerpo arrojando a Reiko directamente a unos escombros.

-Robert: ¡Jefa!

-Kirei: ¡Continúen atacando!

Robert apretó sus puños con fuerza, sacó su katana clavada en el suelo y cargó contra Amatsu, esquivó los ataques de este y de un salto clavó la afilada hoja en el lomo cubierto por escamas de la criatura, al instante deja salir una nube venenosa en la cara de Amatsu.

-Robert: Bien.

Enfurecido por la persistencia en los ataques del grupo el Dragón Anciano dio un feroz rugido, el brillo en sus ojos indicaba peligro, sus escamas se volvieron rojizas a la vez que una intensa tormenta se formó a su alrededor.

-Hagdiel: Esto no pinta nada bien.

-Kirei: ¡Todos retrocedan!

Ante la creciente furia del atacante el grupo se vió obligado a retroceder unos cuantos metros. Amatsu estando en el aire disparó un potente chorro a presión desde su boca el cual por poco no logran esquivar. Lo siguiente que vieron todos fue como un destello impactó en la cabeza del monstruo quebrando uno de sus cuernos.

-Robert: ¿Qué fue eso?

Todos miraron al aire y vieron algo que no esperaban. Ahí estaba Yami con dos alas en su espalda y un brillo morado bajo estas, todo su cuerpo se mantenía rodeado por un aura del mismo color. Sus ojos brillaban de un rojo escarlata y lucía como si no estuviera consiente de lo que hacía.

-Hagdiel: ¿Eso es... un poder de Dragón Anciano?

-Kirei: No creo, pero poco le falta para lograrlo.

Amatsu rugió enfurecido y se preparó para lanzar otro chorro pero Yami fue más rápida y disparó desde su boca un proyectil oscuro el cual estalló en una gran explosión. Hubo mucho humo y una vez disipado con el batir de las alas de Yami sorprendentemente Amatsu seguí vivo, muy malherido pero seguía vivo. Por lo visto a Yami se le acabaron las fuerzas y su extraño poder desapareció junto con sus alas precipitándose hacia el suelo, por suerte Kaede también con unas extrañas alas apareció para atraparla.

-Kirei: Está muy dañado, hay que terminar pronto con esto.

Kirei echó a correr, agarró la espada pesada de Reiko en el suelo y la arrojó hacia el pecho de Amatsu. Cuando la espada lo atravesó dio un grito agonizante y antes de poder intentar algo más Robert se trepó en su cuerpo nuevamente y clavó su katana en medio de la cabeza del Dragón Anciano. El cuerpo alargado resonó al caer al suelo ya sin vida.

-Hagdiel: Lo matamos.

-Robert: Por fin...

El combate había terminado, los habitantes de Yukumo salieron de los refugios y contemplaron la destrucción que había causado un único monstruo en un par de horas. Algunos trataron de rescatar lo poco que quedaba en sus casas, otros solo se limitaron a ayudar a los heridos en la pelea. La aldea de Yukumo había vencido su primer gran amenaza en muchos años.

Monster Hunter: The Hunters WrathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora